El entrenamiento del jueves quedó para Bastian Schweinsteiger como un recuerdo doloroso. En poco tiempo, fue tocado dos veces de manera poco feliz en el tobillo derecho, primero por Franck Ribéry y después por Mark van Bommel. Luego del segundo golpe “Schweini” tuvo que ser asistido y debió interrumpir el entrenamiento.
Pero no hay motivos para preocuparse. “No es nada serio, sólo un golpe”, dijo después Ottmar Hitzfeld. El entrenador del Bayern aportó alivio al dolor de Schweinsteiger dándole una buena noticia. “El sábado, ante Duisburgo, Bastian será parte de la plantilla”, declaró Hitzfeld. Ni siquiera descartó que entrara desde el comienzo del encuentro.
Kahn, como loco
Schweinsteiger debe haber abandonado satisfecho el campo de entrenamiento. Pero el joven de 23 años no fue el único de los jugadores del Bayern que el jueves estaba de buen humor. Valérien Ismaël fue otro de ellos, ya que el día anterior había podido cerrar su pase al Hannover 96 (“Me alegro del nuevo desafío”). También se lo vio a José Sosa muy contento, ya que luego de lo observado en el entrenamiento, estaría como primer candidato a ocupar el puesto vacante que dejó Hamit Altintop, en el mediocampo derecho, por su operación en la rodilla.
Oliver Kahn parecía un niño en el entrenamiento. Como un loco, se tiraba en cada uno de los tiros libres y penaltis que practicaban sus compañeros y festejaba cada parada como si fuera el tiro desde los once pasos que le atajara al argentino Mauricio Pellegrino en la final de la Liga de Campeones 2001, en Milán.
De buen humor y en busca de los tres puntos
No tan eufórico como el capitán, pero también de perfecto humor se encontraba Daniel van Buyten en la rueda de prensa. “Actualmente estoy satisfecho de que puedo jugar. Cada partido que disputo es importante”, enfatizó el defensor de 1,96 metros. El belga aprovecha la sanción de Lucio para, con un buen rendimiento, hacerse también en el futuro un lugar en el equipo.
“El clima entre nosotros es siempre bueno, sobre todo en el vestuario”, dijo Mark van Bommel, “hoy también se pudo ver en el campo”. Este buen ambiente debe continuar así hasta la pausa de invierno. Los del Bayern se han propuesto, ganar los últimos tres partidos, en Duisburgo, en Berlín y en la copa EUFA contra el Thessaloniki. Van Bommel recalcó: “tres partidos, nueve puntos: esa es nuestra meta”.
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