Sobre el Schwarzwald-Stadion se vieron chispas y centellas y se escuchó tronar cuando los equipos fueron recibidos con fuegos artificiales para anunciar los primeros puntos del año. El último destello de la noche vino de parte de Robert Lewandowski...
"Mi primer pensamiento fue jugar el balón directamente hacia un compañero, pero no era tan fácil" explicaba el goleador del Bayern sobre la escena del minuto 91, cuando un centro de Ribéry al área le llegaba directamente a él. "Entonces intenté controlar el balón y disparar." Ese "sencillo" movimiento se convirtió en una obra de arte: Lewandowski baja el esférico con el pecho, la retiene con el pie derecho y dispara sin dejarla botar con el izquierdo - el balón fue justo a la base del segundo palo. "No he hecho un disparo limpio, pero un gol es un gol y tres puntos son tres puntos" se alegraba el polaco.
"¿Quién puede hacerlo con tanta presión?"
Lewandowski aseguró con ese tanto tardío la victoria 1-2 (1-1) del Bayern sobre el SC Freiburg. Tras la temprana desventaja en el marcador mediante Janik Haberer (4'), ya había logrado el empate durante el primer tiempo (36'). En total fueron sus goles 13 y 14 de la temporada y su 35º partido con más de una diana, con lo que eleva su conteo total en Bundesliga a 135 tantos. Con ello, Lewy superó Giovane Elber (133) en la clasificación histórica de goleadores de la Bundesliga, siendo ahora el segundo máximo goleador extranjero de todos los tiempos.
"Era la última jugada del partido, donde uno debe mostrar calidad e intentarlo todo. Por suerte, lo logré" dijo el de Varsovia, ante el que incluso los jugadores del Freiburg terminaron quitándose el sombrero. "¿Qué se puede decir de ese segundo gol?" opinaba el entrenador del SC Freiburg, Christian Streich, "¿Quién hace algo así? ¿Quién puede hacerlo con tanta presión? Por eso juega en el Bayern. Por eso ganan con tanta frecuencia."
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