
Muchas veces las celebraciones de los tantos perduran durante más tiempo en el recuerdo que el propio gol en sí. Un buen ejemplo de ello pudimos vivirlo el 23 de enero de 2010. Arjen Robben acababa de hacer el 3-2 al Bremen con un libre directo que se coló muy cerca del travesaño. El holandés daba la victoria a los suyos con un golazo en el día de su cumpleaños.
Robben recorrió todo el campo sorteando compañeros que querían abrazarle en busca del técnico del Bayern en la banda. Louis van Gaal resbaló ante el banquillo y el grupo lo celebró con una sonrisa en el rostro dejando para el recuerdo una de las celebraciones vistas en el Allianz Arena en los últimos años.
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