Como estratega del centro del campo, Carlo Ancelotti estaba, como es natural, preparado. El míster del Bayern suele vestir de traje en la banda del Allianz Arena, pero en esta ocasión llevaba por primera vez ropa deportiva. Y es porque, claro, el de 57 años estaba informado del ritual de celebración del campeonato alemán por parte del Bayern: tras el pitido inicial a los integrantes del Bayern les esperaba un baño de cerveza.
Ni un minuto pasó hasta que Ancelotti estuvo empapado en cerveza de pies a cabeza. Arjen Robben fue el primero en verter tres litros del amarillo líquido sobre el entrenador. Thomas Müller, en conjunción con Arturo Vidal, fueron los encargados de la segunda tanda. Y eso sólo fue el comienzo para el entrenador del Bayern, que también se hizo con algún que otro vaso de cerveza de trigo para tomarse la revancha personal con algunos jugadores.
"Sobreviviré"
La diana preferida para la cerveza fue, como no, Philipp Lahm, que acababa de jugar su último partido como profesional. Hermann Gerland fue el primero en bañar al capitán del Bayern - directamente durante una entrevista televisiva. Después, el Tigre persiguió a Renato Sanches por el estadio con un vaso lleno.
"Sobreviviré. Ha sido divertido, pero también un poco frío" bromeaba Ancelotti cuando abandonaba después el estadio tras una ducha y vestido en un traje regional. "El año próximo será más complicado para mis jugadores." Se ve que el míster ha disfrutado el comienzo de las celebraciones de campeón.
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