




Philipp Lahm se acercó a saludar a los aficionados del Bayern en Wolfsburgo tras el pitido final con una gran sonrisa en su rostro. El jugador de 33 años celebró la consecución del título con su conocida prudencia. Y es que son ya 8 las ligas conquistadas por el capitán del Bayern.
Una cifra solo alcanzada en el club bávaro mitos como Bastian Schweinsteiger, Mehmet Scholl y Oliver Kahn. Y los aficionados lo saben, por eso la grada del Bayern en Wolfsburgo no paró de entonar "Philipp a la valla". Lahm se lo pensó y Thomas Müller no dudó en pegarle un pequeño empujón para animarlo.
Discreción y melancolía
"Solo he sido parte del equipo y sigo siéndolo, por eso es algo incómodo", aseguró el capitán. Pero los aficionados solicitaban la presencia de Lahm. "Es algo especial cada vez que corean mi nombre", reconoció el capitán y añadió: "Disfruté mucho del momento".
Como seguro continuará disfrutando Lahm durante las próximas semanas. Y es que al final de esta temporada colgará las botas. 3 partidos ligueros quedan para cerrar el campeonato y el capitán habló de nostalgia: "Cuando tus compañeros se acercan y te felicitan por tu carrera, se me han escapado algunas lágrimas, he de ser sincero“.
Quinta liga como capitán
"También cuando los aficionados corearon constantemente mi nombre. Ahí se te humedecen los ojos. Ya veremos en la úĺtima jornada. No puedo garantizar nada", explicó el campeón del mundo de 2014 pensando en una última jornada en la que recibirá por quinta vez el título liguero como capitán del Bayern. Un hito solo logrado en la Bundesliga por el mítico Klaus Augenthaler.
Lahm repasó también los sucedido tras el partido del sábado: "El equipo demostró una vez más que sabe celebrar cuando debe". El prudente capitán además recordó con un guiño: "No se preocupen, también sé festejar bien".
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