Franck Ribéry ya no necesita las muletas. Dos semanas y media después de la lesión sufrida en el ligamento externo de su rodilla izquierda en Berlín, el francés trabaja duramente en el gimnasio en su recuperación. "Todo marcha muy bien con la lesión. Naturalmente me enfada un poco. Pero mantengo la cabeza arriba y sé que regresaré", indicó el extremo ante los micros de 1:1 Talk de FC Bayern TV LIVE.
Ribéry lo da todo sobre la bicicleta ergométrica. "Resulta importante poder trabajar ya a nivel físico. Tan solo el tratamiento no es bueno para la cabeza, no es para nada divertido", reconoció el jugador de 34 años. El francés se esfuerza al máximo para regresar pronto con el equipo, pero sabe que necesitará paciencia. "No queremos correr ningún riesgo", subrayó.
Pese a la lesión, a Ribéry le gusta estar cerca del equipo. Este miércoles, por ejemplo, siguió de cerca el entreno de los suyos en la ciudad deportiva antes de recibir esta noche al Celtic en la Champions-League. El equipo tiene de nuevo "la cabeza despejada", aseguró Ribéry.
El motivo para ello, según Ribéry, es Jupp Heynckes. "Es una persona positiva. Habla mucho con sus jugadores y sabe como funciona un equipo", indicó el galo sobre el técnico que conquistó el triplete de 2013 con el Bayern y que entrenó a Franck el año que fue nombrado Mejor futbolista de Europa. "Nuestra relación es sencilla y natural. Tengo mucha confianza en él y él en mí. Me alegra mucho que haya vuelto".
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