Rafinha cuelga el balón desde la derecha a Jérôme Boateng. El defensa central salta alto y empuja el esférico a las mallas. "Super" alaba Jupp Heynckes a sus jugadores a viva voz al término del entrenamiento de disparos a meta del miércoles, "muy buen trabajo de los dos". El de 72 años estaba encantado con el trabajo de sus chicos.
Durante 90 minuto los muniqueses se ejercitaron en Säbener Straße. Para que los chicos no se congelaran bajo las temperaturas casi a punto de congelación, Heynckes y su segundo entrenador habían preparado una intensa sesión. El foco se centraba en juego rápido y prolongaciones a banda. Boateng y cía. tenían mucho que correr y no tardaron en comenzar a sudar. Conforme avanzaban los minutos, más y más se deshacían de los gorros y guantes.
Intensidad en el entreno
A pesar de la alta intensidad, los bávaros se divirtieron en el trabajo. Se corría detrás de cada balón y no se rehuían las entradas o las duras luchas de balón. "Puedo jugar todavía un par de balones más" decía Kimmich cuando terminó el entrenamiento. No fue el único al que el entrenamiento no le pareció suficiente.
Así que la preparación del encuentro con el Hannover avanza con diversión y entrega. "Tenemos que mostrar una reacción" opinaba Franck Ribéry de camino a los vestuarios refiriéndose a la derrota del pasado fin de semana. Otro motivo de alegría fue el regreso del francés al grupo de entrenamiento junto con Rafinha y James Rodríguez. Robert Lewandowski se entrenó en el gimnasio de modo individual.
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