Barcelona, Madrid, Manchester, Milán u otros grandes estadios de Londres. Recientemente, París, Glasgow y Estambul. No hay ningún estadio europeo de renombre en el que el Bayern no haya dejado su tarjeta de visita. Solo el legendario Anfield Road se le ha resistido al rekordmeister alemán. Sin embargo, lo que se le ha resistido a los jugadores del Bayern, lo podrán recuperar las leyendas del FC Bayern ante las leyendas del Liverpool FC.
"Estoy muy contento de jugar en Anfield", comentó Roy Makaay en vistas al partido del próximo sábado. "Es mi primera vez allí", confesó el holandés, que a lo largo de su carrera disputó 75 partidos en copa de Europa. También Ze Roberto, que terminó su carrera hace algunos meses con 43 años, no puede esperar más a llegar a Anfield. "Jugar allí es algo muy especial", sabe el brasileño, que en 2002 perdió 1-0 con el Bayer Leverkusen.
El estadio se construyó cuando el Liverpool, que el año pasado celebró su 125 aniversario, todavía no existía. En septiembre de 1884 se inauguró el complejo deportivo entre Anfield Road y Walton Breck Road, que servía de estadio al rival local, el Everton FC. En 1892, los Toffes se asentaron en Goodison Park. Poco tiempo después se fundó el Liverpool FC, que tiene su hogar en Anfield.
El estadio se encuentra en medio de una zona residencial en el distrito que lleva su mismo nombre en Liverpool. La última de las muchas renovaciones se terminaron en el año 2015. Cuatro tribunas (Main Stand, Anfield Road Stand, Kenny Dalglish Stand y The Kop, la tribuna más famosa del mundo del fútbol) albergan asientos para 54.074 espectadores. De esta manera, es el sexto estadio más grande de Inglaterra.
Todas estas cosas hacen de Anfield uno de los estadios con el mejor ambiente que existe. Desde los años '60 se canta aquí antes de cada partido el "You'll never walk alone", posiblemente, la canción más famosa del fútbol, intensamente entonada por toda la grada. Son momentos en los que se le pone la piel de gallina a cada aficionado, pero también a cada jugador que ya lo ha vivido en primera persona: "He jugado en muchos estadios del mundo, pero nada se puede comparar a un partido en Liverpool", dijo alguna vez el antiguo goleador del Arsenal Thierry Henry.
Solo el camino de los vestuarios al césped es algo especial. En los estrechos túneles, los jugadores de ambos equipos están muy cercanos entre ellos. En los años '60, el entrenador y leyenda Bill Shankley mandó poner a la entrada del tunel de vestuarios un cartel con el logo del Liverpool, con la cita "This is Anfield" ("esto es Anfield"). Debía ser un mensaje para el rival: Esto es Anfield Road, de aquí no vais a sacar nada. Es un amuleto de la suerte para muchos jugadores del Liverpool, que lo tocan con la mano antes de salir al terreno de juego.
Para los equipos alemanes, las visitas a Anfield fueron poco productivas. 17 veces lo intentaron contra el Liverpool, 14 derrotas y tres empates fueron los pobres resultados. El FC Bayern jugó ya dos veces en Anfield: Tanto en la ida de los octavos final de la Recopa de Europa de 1971 como en las semifinales de Copa de Europa de diez años más tarde, el Bayern no pasó de dos empates sin goles. Quizás lo hagan mejor las leyendas del Bayern este sábado.