En la vuelta de honor, las leyendas del FC Bayern y Liverpool FC pudieron contemplar una vez más el histórico Anfield Road y absorber más impresiones. Ambos equipos empataron 5-5 (4-4) en el partido benéfico y los 54.000 espectadores les dedicaron aplausos desde la grada.
"Indescriptible", pensó un todavía impresionado Alexander Zickler. "Fue mi primera vez en Liverpool. No pensé nunca antes del partido que se colgaría el 'no hay billetes'", dijo el ganador de la Champions League del 2001, que, con dos goles, contribuyó en este exitoso evento. "Creo que los aficionados y nosotros nos lo hemos pasado muy bien. Cuando encima puedes marcar goles en un partido así, resulta todavía más bonito."
Festejados como el equipo local
Ya la llegada al estadio causó impresión a las leyendas del FC Bayern. Miles de personas llenaron los alrededores de Anfield, siendo incluso festejados como el equipo local cuando el autobús entró en el garaje. En el autobús, todos cogieron sus móviles para inmortalizar el momento. "Increíble, un sentimiento indescriptible", comentó Zickler, buscando aún las palabras precisas.
"El estadio, el césped, todo fue excepcional", comentó un entusiasmado Marcel Witeczek. "Desgraciadamente, no pude jugar aquí durante mi carrera. Poder vivir esto ahora con un estadio lleno y mis antiguos compañeros es muy divertido", dijo el ganador de la Copa de la UEFA de 1996. Poco antes del pitido inicial, cuando sonó el "You'll never walk alone" por todos los rincones del estadio, los jugadores del Bayern comprendieron lo que significa el Mito de Anfield. "Es una experiencia única, nos lo hemos pasado muy bien", opinó el portero Uwe Gospodarek.
Kvarme evitó la primera victoria alemana
Quizás, todas estas impresiones tuvieron que ver en que el once de Augenthaler empezara el partido de forma tan desafortunada. Dirk Kuyt, Michael Owen y Robbie Fowler pusieron rápidamente en ventaja a los Reds con un claro 3-0. "Nuestro primer cuarto de hora no fue precisamente embriagador", analizó Zickler. "Estabamos demasiado abiertos, no cerramos las bandas, por eso tuvimos problemas. Eso lo corregimos. Entonces fuimos más compactos y, de una vez, todo funcionó mejor", dijo el capitán Lothar Matthäus.
Luca Toni, Zickler con un doblete y Paulo Sergio remontaron el partido en un cuarto de hora a favor del Bayern antes de que Fowler empatara con su segundo gol. "Uno es ambicioso, no quiere perder", explicó Witecek. Zickler comentó: "No nos jugamos puntos, pero sí el prestigio." Tras el gol de falta de Xabi Alonso en el ecuador de la segunda parte, pareció por unos momentos que sería la primera victoria de un equipo alemán en Anfield, pero Björn Tore Kvarme marcó justo antes del final para poner el 5-5 definitivo.
Que los ex jugadores no solo no habían olvidado jugar al balón lo demostraron también tras el partido. Después de una cena conjunta en el estadio con los anfitriones, todos se citaron en una gran fiesta post-partido en el hotel del equipo. Se celebró y se habló sobre las pasadas carreras futbolísticas hasta altas horas de la noche, . Aunque a algún que otro jugador se le resintiera algún músculo, el partido de leyendas en Anfield fue un acontecimiento especial: "Estamos muy satisfechos, nos lo hemos pasado muy bien", dijo Paulo Sergio.
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