Tres partidos tuvo que perderse David Alaba por problemas en la espalda, pero el pasado sábado el internacional austriaco volvió a vestirse de corto en partido oficial, y de qué manera. En el minuto 67 se vistió de Robben (en el otro carril, eso sí): desde la banda izquierda se metió hacia dentro en la frontal del área y mandó un imparable chut al palo largo, el 4-1 ante el Gladbach.
Que sea su 18º gol en la Bundesliga no supone hito alguno, pero sí lo es que sea su primer gol con el pie derecho. "He mejorado con mi pie derecho desde hace años, me alegra que hoy me saliera tan bien", explicó ufano Alaba. En realidad el jugador es reconocido por su gran zurda, pero no se conforma. "Siempre intento mejorar, en todos los aspectos. A nivel profesional es necesario manejar ambos pies. Me alegra que hoy se viera recompensado", añadió.
Otro paso más en su papel de líder
El partido contra el Gladbach salió tal como lo previsto para Alaba. "No tuve ninguna molestia, me sentí muy, muy bien", narró el lateral, que no solo cuajó un gran partido por su gol; en la segunda parte ejerció un papel de gran importancia. Tras la sustitución de Thomas Müller Alaba fue el encargado de capitanear al FC Bayern.
"Me ha alegrado mucho llevar el brazalete. Es un gran honor para mí hacer de capitán en el campo y liderar el equipo. Es uno de mis objetivos asumir más liderazgo y responsabilidad. Creo que estoy en el camino adecuado". Esta faceta la quiere seguir demostrando en las próximas y decisivas semanas. Jupp Heynckes puede congratularse al tener una opción más en la plantilla; Alaba felicitarse por la nueva arma en su repertorio: su diestra.
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