Cuartos de final de final de la Liga de Campeones, el campeonato liguero al alcance de la mano y la semifinal de la Copa DFB por delante - el Bayern de Múnich está inmerso en la fase caliente de la temporada. El complicado partido de ida en casa del Sevilla FC (1-2) volvió a mostrar lo importante que es la potente plantilla del Bayern para los objetivos que tiene por delante Jupp Heynckes - sobre todo cuando encuentras a un rival tan mordiente como los andaluces al comienzo del partido. "Cometimos muchos errores en la construcción, perdimos muchos balones, no fuimos organizados en al defensa y, sobre todo, en el centro del campo" analizaba Heynckes.
El de 72 años volvió a encontrar la respuesta correcta y encontró el impulso necesario con las incorporaciones (forzadas por lesiones) de James y Rafinha. "Ambos cambios ayudaron a nuestro juego" dijo Heynckes. En especial James, cuyo potencial puede invocar Heynckes desde la banca en la fase caliente de la temporada. Tras el gran partido que firmó el pasado fin de semana contra el Dortmund (6-0), en el que marcó un gol y dio dos asistencias, el colombiano comenzó en Sevilla en el banquillo. Cuando Arturo Vidal tuvo que abandonar la cancha en el minuto 36 fue James el que ocupó su lugar y tan sólo un minuto después comenzó el ataque que supuso el 1-1. Es de entender que también el director deportivo tuviera palabras de alabanza para el colombiano: "Ha vuelto a hacer un muy buen partido. Ha ordenado el juego y dado bueno balones. Le hace mucho, mucho bien a nuestro juego" elogió el de 41 años a James, que sería luego nombrado por la UEFA "Hombre del Partido".
Difícil decisión para Heynckes.
Heynckes tendrá que administrar las fuerzas de su plantilla para los compromisos de las próximas semanas para seguir al más alto nivel posible. En Sevilla ya tuvo que tomar difíciles decisiones en cuanto a personal. Entre ellas, las de sentar a James y Arjen Robben en el banquillo al comienzo. "Arjen estuvo lesionado tres semanas y el sábado jugó 90 minutos. Y que tuviera que jugar una competición tan extrema sólo tres días después era un riesgo demasiado alto" dijo Heynckes sobre Robben, que "respetó y aceptó" la decisión del míster. Y es que todos en la plantilla saben que en la fase decisiva todas las fuerzas son necesarias para el sueño de la final en Kiev.
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