




Bastian Schweinsteiger no se lo podría haber imaginado. Más de 2.000 aficionados se personaron el domingo por la tarde en la Säbener Strasse para ver el entrenamiento del antiguo jugador del Bayern con su actual club, el Chicago Fire. A dos días del partido de despedida en el Allianz Arena, los seguidores le prepararon un efusivo recibimiento en su antiguo lugar de trabajo.
"Es genial estar aquí de nuevo. Es un sentimiento muy hogareño estar en Múnich y ver a la gente de la ciudad", dijo Schweinsteiger en la rueda de prensa. Durante el entrenamiento del club de la MLS, Schweinsteiger fue aplaudido y llamado „Fußballgott“ ("dios del fútbol"). Se pudieron ver numerosas camisetas del Bayern con el 31 a la espalda.
"Simplemente, estoy muy feliz de estar aquí. Tuve unos años magníficos en el Bayern, aquí hemos desarrollado algo", miraba atrás Schweinsteiger, que recordó la época en la que "antes de una temporada, no teniamos la opotunidad de decir que jugamos la Champions League". Eso ha cambiado, "el club es más grande". Esta mentalidad sigue en el club y creo que está en el camino correcto."
17 años, 20 títulos
Schweinsteiger abandonó el Bayern en verano de 2015 tras 17 años y un total de 20 titulos y puso rumbo al Manchester United con el antiguo entrenador bávaro Louis Van Gaal. Tras dos años y medio en el equipo inglés, en marzo de 2017 se marchó al Chicago Fire de la MLS. El martes por la noche, el campeón del mundo de 2014 jugará una parte con Chicago y otra con el Bayern.
"Estamos muy felices de que podamos apoyar este gran evento. Estamos muy orgullosos", explicó el entrenador de Chicago Fire, Veljko Paunovic. Es "abrumador las emociones que provoca este partido. Se ve lo importante que es Basti para la gente." se mostró impresionado el antiguo jugador del Hannover 96. Para su equipo, Schweinsteiger también es una gran personalidad, dentro y fuera del campo. "Es un gran ejemplo para todos."
El propio Schweinsteiger espera el martes una emotiva noche. "Subestime aquella vez la despedida de la selección nacional. Afloraron emociones en mí, te vienen imágenes a la cabeza, ves las caras de la gente y te dejas llevar", recordaba su último partido con Alemania. "Naturalmete, intento disfrutarlo, pero no sé lo emocional que va a ser para mí."
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