
Es el 29 de agosto de 2009. En la cuarta jornada, el Wolfsburgo visita al Bayern y, con 1-0 al descanso, Louis Van Gaal mete en el campo a Arjen Robben. El holandés llegó solo un día antes de Madrid a Múnich y fue recibido de forma frenética por los aficionados en el Allianz Arena. En el minuo 63 se repitieron los aplausos cuando Van Gaal mandó al campo a Franck Ribéry.
Los nuevos extremos solo necesitaron cinco minutos para mostrar de lo que eran capaces. Ribéry asistió a Robben para que el recién llegado pusiera el 2-0. "Esta es una química, un juego, que funciona automáticamente, va en el sentido. Somos jugadores que amamos el fútbol y ambos siempre queremos irnos arriba a la portería", recordaba Robben nueve años después de aquel día.
En el minuto 80, se repitió la jugada cuando el número 10 finalizó una contra del francés para poner el 3-0 final. El estadio se vino abajo y nació la sociedad llamada Robbery. Desde ese momento, los dos lideran el juego del Bayern, llevándolo a ganar numerosos títulos.