
"¡Somos Bayern! ¡Somos Múnich! ¡Vamos, rojos!". Los cánticos de jugadores y aficionados resonaban en el Allianz Arena después de lograr una victoria por 3-1 sobre el Schalke 04. Fue una tarde de fútbol emocionante. "Hemos dado un paso adelante", se congratuló Robert Lewandowski. Unas horas antes la coyuntura era otra muy distinta.
Cuando Niko Kovac y sus hombres llegaron al Allianz Arena el Borussia Dortmund todavía vencía con comodidad al Hoffenheim. La distancia entre BVB y FCB era de diez puntos cuando los jugadores se bajaron del bus y se prepararon en el vestuario. Durante dicho trayecto pudieron leer en grandes letras blancas sobre una pared roja los valores del club: valentía, respeto, pasión, responsabilidad. Las coordenadas que definirían posteriormente el juego del Bayern.
"Aprovechar la oportunidad"
Pronto quedó patente que Lewandowski y cía. buscaban la victoria de forma unívoca. Dado que al BVB se le escapó la victoria, el Bayern tenía ante sí la oportunidad de acortar la distancia entre ambos. "En el vestuario nos dijimos que teníamos que aprovechar esta oportunidad", reveló Leon Goretzka. Desde el pitido inicial el FCB acorraló al S04 en su área y le forzó a cometer errores con una presión agresiva y un juego muy compacto.
Eso es precisamente lo que ocurrió en el minuto 12, cuando Thiago robó la pelota en campo rival y James mandó rápidamente un elegante pase al hueco para Lewandowski. El polaco se coló entre dos rivales y forzó que erraran; Jeffrey Bruman acabó anotando en propia portería el 1-0. La moral del Bayern se reforzó, pero no pudo hacer nada por evitar el empate de Ahmed Kutucu (25'). A pesar del revés, el equipo se mantuvo unido y mostró una reacción inmediata.
Elogios de Kovac
Como un reflejo del primer gol, Lewandowski volvió a adelantar al Bayern a los 104 segundos del 1-1 (27'), su gol número 100 en el Allianz Arena con el Bayern Múnich. "Creo que lo hemos hecho muy bien en la primera parte", elogió Niko Kovac a sus hombres. En la segunda parte el equipo soltó algo el pedal del acelerador, pero mantuvo el control del juego. "Hemos hecho un buen partido. Después de haber tenido un partido de 120 minutos entre semana (en Copa DFB ante el Hertha) era importante ganar", resumió el técnico.
Sin servir como excusa, pero el Bayern notó con el pase de los minutos el cansancio de la exigente cita en Berlín. El Schalke dispuso de alguna ocasión, "pero no tuve la sensación de que pudiéramos encajar un segundo gol. Al contrario, deberíamos haber hecho un par de goles más", señaló Kovac. El Bayern anotó el tercer tanto en el minuto 57 por medio de Sergio Gnabry, que cabeceó un fallido remate de tijera de Lewandowski.
Importante de cara al futuro
Finalmente el encuentro se saldó con un triunfo por 3-1 para el Bayern y la distancia hasta el BVB se redujo a cinco puntos. Dado que el Gladbach perdió ante el Hertha, el Bayern volvió a situarse como segundo en la tabla. "Ha sido un fin de semana positivo", se felicitó el presidente del club, Uli Hoeneß. "A nivel psicológico era enormemente importante, siete puntos es algo muy distinto a cinco puntos", apuntó Joshua Kimmich en su partido nr. 100 en la Bundesliga, todos ellos con la camiseta del Bayern. "En general estoy contento con la semana", expresó Kovac. En cualquier caso, el Bayern no pierde contacto con tierra. "Ha sido un paso positivo. Solo estamos pendientes de nosotros mismos, en ganar nuestros partidos. Queremos seguir en esta línea", declaró Hasan Salihamidzic, con un ojo puesto en las siguientes citas del equipo.
Después de la reciente derrota en Leverkusen el Bayern reaccionó adecuadamente; en total, el FCB se impuso en ocho de sus últimos nueve partidos. "Creo que estamos en buena forma. Estamos bien a nivel físico y táctico y hemos mejorado nuestro juego", expresó Kovac, que quiere ver el mismo rendimiento en Augsburgo, este viernes. "¡Vamos, rojos, luchar y vencer!", alentaban las gradas del Allianz Arena. Entre afición y jugadores se luchará por ello.