El ambiente estaba enrarecido cuando los jugadores del Bayern se montaron en el avión que los llevaría de vuelta a Múnich. La derrota por 3-1 ante el Bayer Leverkusen tiene que asimilarse. "Está claro que estamos decepcionados por el resultado", comentó Thomas Müller. "Tenemos que asimilarlo primero". El partido podría haber acabado de cualquier forma, pero terminó en nuestra contra".
El comienzo del partido no fue realmente malo para los intereses del Bayern. Los locales iniciaron el encuentro con mucha intensidad, pero los muniqueses se mostraron firmes y crearon buenas ocasiones de gol. El 0-1 por medio de Leon Goretzka (41') fue un suceso lógico. No llegaron más goles, ya que a Lewandowski, por medio del VAR, le señalaron un fuera de juego justo antes del descanso que podría haber sido el 0-2.
Gran efectividad local
"En la primera mitad jugamos bien y el Leverkusen no compareció. Tendríamos que haber cerrado el partido", explicó Niko Kovac, refiriéndose a las oportunidades de Kingsley Coman (13', 32', 40' y 44'), Lewadowski (15') y Goretzka (26'). "Tenemos que ver recompensa por los esfuerzos que hacemos. Y, si lo hacemos, no tendríamos que hablar así de la segunda mitad", se mostró molesto el entrenador.
En la segunda mitad, los tornas cambiaron. Si en la primera la relación de tiros era de 0-5 a favor del Bayern, tras el cambio de campo, esta fue de 4-1 a favor de los locales. De los cuatro tiros que recibió Sven Ulreich por parte del Bayer 04, que sustituyó al lesionado Manuel Neuer, tres acabaron en gol. Leon Bailey (53'), Kevin Volland (63') y Lucas Alario (87') remontaron el partido.
"Dejamos que nos comieran la tostada y no encontramos nuestro juego", señaló el director deportivo, Hasan Salihamidzic. "No volvimos a ser compactos. Además, ocurrieron errores en los goles encajados", analizó Kovac. Y, de esta forma, el Bayern se marchó de vacío. "Es muy amargo no haber podido ganar el partido", constató Müller, que fue el capitán del equipo en lugar de Neuer. Tras la victoria del Gladbach en Gelsenkirchen (0-2), el FCB baja al tercer puesto.
Nadie quiere esconder la cabeza en la nieve que cayó en Múnich el domingo. "Todos estamos insatisfechos. A pesar de eso, esto sigue. Quedan 14 partidos y 42 puntos por jugarse", se mostró combativo Salihamidzic. "Vamos a mirar la tabla de clasificación. Eso nos va a dar motivación para seguir dándolo todo", coincidió el entrenador. "Vamos a trabajar el partido, a analizarlo y a hablar sobre él", continuó Kovac. El miércoles, el FCB tendrá su próximo compromiso: viajará a Berlín para jugar los octavos de Copa DFB contra el Hertha.
"Tenemos que concentrarnos en ello", instó Müller. Esa es, precisamente, la ventaja de estas semanas con partidos intersemanales. El equipo debe pasar página del partido de Leverkusen y volver a ganar confianza pocos días después con una gran actuación. Además, el cuarteto que causó baja esta jornada, pudo entrenar el domingo con el resto del equipo, lo que mejoró el ambiente en el vestuario. "Tras siete victorias consecutivas, hemos perdido un partido, eso resulta molesto. Pero, ahora, debemos iniciar una nueva racha de victorias", dijo Kovac, marcando el nuevo camino a seguir.
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