Junto a Franck Ribéry, Arjen Robben fue otro de los jugadores más destacados que lideró al Bayern de Múnich durante los últimos diez años. Al igual que el francés, el holandés abandonará el club en verano. Está década se pasó volando, aunque, para Robben, eso es una buena señal: "Cuando el tiempo pasa rápido, signififica que te lo has pasado muy bien, que te has divertido y que te has sentido muy bien", comentó el atacante de 35 años en rueda de prensa sobre su etapa en el Bayern.
En la final de Copa en Berlín, el extremo disputará su último partido oficial con el club muniqués. Aunque todavía quede una semana y media, Robben no ha pensado demasiado en ella. "Solo me interesa el ahora y estoy totalmente concentrado en el sábado", refiriéndose a partido decisivo ante el Eintracht Frankfurt.
Arjen tiene un plan
"Es un partido especial y quiero gastar todas mis energías el sábado", dijo un impaciente Robben. Un punto le bastaría al Bayern para poder asegurarse el título. El holandés preferiría jugar desde el comienzo y, si fuera posible, marcar el gol que de el campeonato, tal y como ocurrió cierta noche en Wembley.
"¡Eso sería grandioso!", reconoció. "El partido del sábado ya lo he jugado tres veces en mi cabeza". Cómo terminaron esos partidos, es evidente. "Pero eso solo fueron sueños. ¡Debes hacer realidad tus sueños y estoy convencido de que así será!". Sería la coronación a su gran carrera en el Bayern. Siete ligas, cuatro Copas DFB y una Liga de Campeones, Supercopa de Europa y un Mundial de Clubes destacan en su palmarés. Qué hará después del Bayern, es algo que aún tiene que decidir. Aún desconoce si continuará jugando o si pondrá fin a su carrera. En primer lugar, lo más importante es ganar los dos últimos títulos.
A darlo todo dos veces más
"Siempre quiero más. Para eso juego, para eso soy futbolista", dijo un Arjen Robben, que no se da nunca por vencido. Precisamente, esa cualidad es la que siempre se le ha visto y que tanto adoran los aficionados. "Eso está dentro de mi carácter, quizás mis padres tengan la cupa. Sin esa mentalidad, no podría haber llegado tan lejos", reconoció el holandés, que incluso dijo que, en muchas ocasiones, hasta sus compañeros le dicen que está "loco".
Pero eso es lo que lo caracteriza y, gracias a ello, ha llevado al Bayern a una de sus épocas más exitosas. "El club ha evolucionado de forma magnífica y estoy muy orgulloso de haber puesto de mi parte", dijo un Robben muy feliz, aunque también agradecido, describiendo su marcha a Múnich como "el mejor y más importante paso en su carrera". El aprecio es mutuo. Arjen Robben y el Bayern de Múnich fue un matrimonio perfecto. Esta era debe acabar con dos títulos más.
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