Cuando el Bayern se mida al Borussia Dortmund este sábado (18:30 CET), habrá un jugador que ya no podrá vestirse de corto y darlo todo por el FCB: Arjen Robben. Pocos vivieron como él los duelos con el BVB de los últimos años. Hasta que puso fin a su carrera en el verano de 2019, el exinternacional holandés se enfrentó en 20 ocasiones al Dortmund siendo jugador del Bayern, anotando 11 dianas. Una de ellas permanece indeleble en el recuerdo de todo aficionado del FC Bayern München: su tanto en la final de la UEFA Champions League en 2013, el 1-2 definitivo.
Corría el minuto 89 en el londinense estadio de Wembley. Jérôme Boateng mandó un pase en profundidad a Franck Ribéry. El galo conectó con Robben de tacón y éste superó a Roman Weidenfeller. Mats Hummels y Neven Subotić solo pudieron atestiguar cómo la pelota superó, lentamente, la línea de gol.
„"Aunque lo he visto 20, 30 veces siempre se me pone la piel de gallina".”
Arjen Robben
Era el gol decisivo. El Bayern pudo alcanzar su objetivo y se coronó campeón de Europa por quinta vez en su historia. "Aunque lo he visto 20, 30 veces siempre se me pone la piel de gallina", confesó años después Robben, quien nunca se olvidó del papel en dicha acción de su compañero Franck Ribéry. "Mucho hay que agradecerle a Franck. Está claro que yo marqué el gol, pero no hay muchos jugadores que tengan una inteligencia de juego así", remató Robben.
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