La crisis del coronavirus resulta un enorme desafío para el Bayern de Múnich. En la revista del club “Säbener 51”, uno de los miembros de la junta directiva, Oliver Kahn, explica las medidas que está implantando el club.
La entrevista con Oliver Kahn
¿Cómo maneja internamente el Bayern la crisis? ¿Cómo es el transcurso diario? “En situaciones extremas, como es la actual crisis del coronavirus, los transcursos y las rutinas habituales cambian. Junto a las reuniones virtuales diarias, internamente hemos creado un equipo que coordina las demandas especiales de esta desconocida situación. El resultado es que todo lo que sucede ocurre bajo la estrecha coordinación entre toda la junta, nuestros directores y, como no podía ser de otra forma, los empleados del Bayern.”
¿Cuáles son las prioridades del Bayern en estos momentos especiales?
“La junta, el consejo, entrenador y equipo, con su renuncia al 20% de su salario, han demostrado que, hoy en día, la solidaridad importa más que nunca. Además, también es una forma de manifiestar que “no me da igual lo que le ocurre a mi empleador, a mi club” Para nosotros, la dirigencia, la prioridad es no dejar solos a nuestros empleados. Muchos están inquietos estos días. Pero, no en vano, estamos hablando de la familia del Bayern de Múnich".
¿Cuál es el mayor desafío?
“Se trata de la protección y de la salud de todos los trabajadores, así como de sus familias. Más allá de eso, el club tiene que tener a la vista los desafíos económicos. Se basa en minimizar los potenciales efectos de la crisis del Coronavirus sobre el club y el fútbol en general. Las crisis tienen una dinámica que nos exige una enorme flexibilidad para valorar los resultados continuamente cada día”.
¿Cómo se toma usted esta situación con su nuevo rol en el Bayern?
“Para todos nosotros, esta es una situación nueva que, hasta el momento, solo conocíamos de películas apocalípticas. Naturalmente, no estaba preparado para este nuevo desafío con mi nuevo rol en el Bayern. Pero, asumo este reto, tal y como hacemos todos. Tenemos la exigencia de dirigir al club durante esta crisis”.
¿Se puede sacar algo positivo de esta crisis?
“Una crisis siempre es una prueba de resiliencia. Esta demuestra cómo manejamos estos cambios como club y cómo lo hacen todos los involucrados. Si conseguimos absorber estos golpes, existe una gran oportunidad de salir reforzados de la crisis. También habrá un mundo después del coronavirus. A través de esta crisis, vamos a variar nuestro enfoque en numerosos aspectos de la vida. Para el fútbol, esto puede significar el regreso a la moderación tras su crónico sobrecalientamiento”.
Una mirada hacia el futuro resulta complicada. Pero, ¿qué puede prometer a los aficionados?
“Todos en el Bayern de Múnich sentimos una responsabilidad especial por el club y, más allá de eso, por el fútbol. Queremos estar a la altura de estas responsabilidades. Nadie sabe actualmente cuándo vamos a poder jugar otra vez en un estadio. Nadie sabe cuándo va a poder ser eso con aficionados en el estadio. Pero, definitivamente, podemos prometer que vamos a hacer todo para que el Bayern, cuando llegue ese momento, le vuelva a dar alegrías a sus aficionados y, lógicamente, vuelva a luchar por títulos”.
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