Ningún director de Hollywood podría haber imaginado un guión con semejante final. A pesar de ir al descanso 2-0 por debajo, el equipo de Múnich había luchado contra el 1. FC Nürnberg en la final de la Copa DFB hace 38 años. Pero después, un Dieter Hoeneß visiblemente herido, fue el autor del 4-2 final creando una escena que aún simboliza la voluntad irresistible de ganar del Bayern.
En el último partido que se disputó en el Waldstadion de Frankfurt, el atacante chocó con su rival, Alois Reinhardt, en el minuto 13 de partido sufriendo ó una enorme herida en la cabeza. Aunque la hemorragia continuaba, el entonces futbolista de 29 años siguió jugando con un vendaje en la cabeza y tuvo que ser cosido en el descanso.
No pensó en una sustitución
Pero no pensó en ser sustituido: "Nunca habría continuado si fuésemos ganando o en un partido normal de liga. Pero estábamos 0-2 abajo. Y el dolor bajo la cabeza vendada valió la pena", recordó más tarde. Estaba claro que el equipo del entrenador Pál Csernai aún necesitaba a su fuerte atacante en esta final.
FC Bayern contra el 1. FC Nürnberg: En aquel momento significaba un duelo entre el gran campeón de copas contra el gran campeón alemán. Con nueve títulos de campeonato en su haber, los franconianos seguían estando muy por delante de sus rivales de la Alta Baviera (siete), y aunque ambos clubes ya habían luchado contra el descenso en la pasada temporada de la Bundesliga, acudieron al duelo de prestigio con gran confianza en sí mismos. El Nürnberg empezó con fuerza y, tras los goles de Reinhold Hintermaier (minuto 31) y Werner Dreßel (44) antes del comienzo de la segunda mitad, parecía ser el ganador indiscutible del partido.
La segunda mitad fue del Bayern
Y entonces apareció el equipo muniqués, con Hoeneß jugando un papel decisivo. Karl-Heinz Rummenigge marcó el primer gol del Bayern unos diez minutos después de la reanudación y aprovechando una asistencia de Hoeneß, como no, de cabeza y con la venda. Más tarde, Wolfgang Kraus puso el 2-2 en el marcador antes de que Paul Breitner (minuto 72) diera la vuelta definitivamente al partido. El campeón del mundo en 1974 anotó de penalti después de que Kraus recibiera una falta dentro del área. Hoeneß había vuelto a dar el cabezazo decisivo.
Hoeneß vuelve a sacar el cráneo
Con el Nürnberg derrotado, el hombre del partido todavía tenía algo más que decir: en el minuto 89, Breitner centro al área y Hoeneß volvió a golpear de cabeza. El delantero hizo el 4-2 escribiendo así su nombre en los libros de historia de la copa. En lugar de celebrarlo, el hermano del entonces mánager del Bayern se quedó quieto, levantó los brazos al cielo y fue felicitado por sus compañeros de equipo. La heroicidad había dejado exhausto al futbolista nacido en Ulm.
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