Las temperaturas eran algo más bajas y tampoco nos encontrábamos en el Estádio da Luz, pero el gol del empate del sábado ante el Werder Bremen tuvo un aire a aquel de Lisboa. Tras un centro medido desde la derecha, Kingsley Coman remató de cabeza cruzado en el segundo palo para el júbilo muniqués.
Coman supera sus miedos
Curiosamente, el francés de 24 volvió a anotar de cabeza a pesar de que no es algo que le apasione: "Siempre tengo miedo en los remates de cabeza. Siempre", reconoció en una entrevista a la UEFA. "El miedo no ha cambiado. Se puede ver en las imágenes. En el remate tengo los ojos cerrados. Es algo instintivo, un reflejo natural. Siempre intento mantener mis ojos abiertos, pero en el último momento siempre tengo ese reflejo".
En plena forma
Menos mal que ese acto reflexo no tuvo efectos negativos sobre el resultado final en Lisboa ni ante el Werder Bremen. El sábado, el gol del atacante no supuso ningún título, pero sí un punto importante en la lucha por el campeonato., ya que, gracias a él, el Bayern sigue en el primer puesto. Además, Coman ha vuelto a poner de manifiesto el gran estado de forma en el que se encuentra.
Preparado para la recta final del año
El del sábado fue su tercer gol en todas las competiciones, a lo que hay que añadir que también anotó en el último partido de su selección contra Suecia. Coman puede aprovechar ese impulso para la recta final del año y seguir por donde lo dejó el próximo miércoles contra el Salzburgo.
Gracias a Coman, Flick pudo celebrar su aniversario siendo líder. Las estadísticas del entrenador alemán siguen siendo impresionantes:
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