Regresó e inmediatamente fue un componente decisico para la victoria por 1-2 del Bayern sobre el Bayer Leverkusen. 42 días después de su lesión de rodilla y posterior operación. Joshua Kimmich regresó a los terrenos de juego la noche del sábado. El número seis no tardó demasiado en demostrar lo importante que es para el equipo muniqués.
Kimmich roba el balón y asiste
La jugada clave del partido: Kimmich le roba el esférico a Tah y asiste a Lewandowski.
Kimmich representa totalmente el gen ganador del máximo campeón alemán. Ya en el calentamiento de detrás de la portería demostró sus altas revoluciones al ser el único jugador del equipo sin sudadera. Después de entrar al campo en el minuto 68, se hizo presente inmediatamente y fue uno de los culpables del gol de la victoria. En el tiempo añadido, forzó el error de Jonathan Tah y puso un balón al hueco para Lewandowski. El recién nombrado mejor futbolista del mundo no dejó escapar la oportunidad y mandó la pelota al fondo de las mallas.
Una semana de ensueño para Kimmich
De esta manera, el Bayern pasará las breves vacaciones de Navidad como líderes y Kimmich completa una semana de ensueño desde el plano personal. El lunes regresó a los entrenamientos con el resto de la plantilla, el jueves fue incluido en el once ideal del mundo y hoy celebró su regreso con una asistencia. No podría haberle ido mejor y esto seguramente le de fuerzas extra a Kimmich para los compromisos del club del año que viene.
La crónica del partido:
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