El Bayern se topó con una difícil tarea en París. En ataque, debían anotar para paliar la derrota por 2-3 en la ida. En defensa, debían no encajar goles. Lucas Hernández y Jerome Boateng se lo tomaron a pecho y ambos brillaron con un gran juego posicional, anticipaciones y éxitos en balones divididos. Así pues, el Bayern acabó dejando a cero al ataque parisino.
"Jerome y Lucas hicieron un buen partido", elogió Flick a sus centrales. La participación de Hernández estuvo en duda durante mucho tiempo, ya que tuvo que ser sustituido en la ida por una contusión en las costillas, aunque se mostró preparado cuando se le necesitó. "Lucas tuvo problemas, pero se las arregló para estar. Desde el punto de vista de la mentalidad, fue sensacional cómo encaró este partido. Lo que le dio al equipo fue top", se mostró impresionado el entrenador.
Gran porcentaje de éxito en balones divididos
El campeón del mundo de 2018 siempre consiguió interponer su pie entre el rival y el balón y despejar el peligro en numerosas ocasiones. Su 71% de éxito en balones divididos es un buen número para un defensa central. Su compañero en la zaga, el campeón del mundo de 2014, incluso lo superó y alcanzó el 83%.
"Lógicamente, ante estos delanteros está claro que van a tener ocasiones", explicó Flick. En estos casos, Hernández y Boateng pudieron confiar en otro campeón del mundo. Manuel Neuer volvió a parar de forma sensacional y completó este buen tándem defensivo que lo dio todo para mantener vivas hasta el final las esperanzas de clasificar a las semifinales. Desgraciadamente, al Bayern le faltó un gol y ejar la portería a cero no fue suficiente.
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