De niño quería ser Gerd Müller, de joven profesional escuchaba las anécdotas de los jugadores consagrados: Hansi Flick siempre llevó al FC Bayern en su corazón. Sobre el gen ganador, la codicia y la fe: A su salida, explica lo que más le fascina de nuestro club. La entrevista completa está disponible en la revista para socios "51".
La entrevista con Hansi Flick
Sr. Flick, usted ya era aficionado del FCB desde pequeño: Gerd Müller le impresionó, ¿qué recuerdos tiene de él?
"Crecí con Gerd Müller, su estilo de juego y sus goles fueron muy especiales para mí. Lo más emocionante para mí de pequeño eran los duelos con Jupp Heynckes por lograr el cañón de máximo goleador. Mi hermano era hincha del Gladbach y yo del Bayern, por lo que estábamos en constante enfrentamiento en casa: mi hermano siempre hacía de Jupp Heynckes en el campo, yo era Gerd Müller. Muchos años después, incluso pude competir con Gerd. Cuando era un joven profesional en Múnich, a menudo jugaba al tenis contra él. Lo daba todo, pero nunca tenía la más mínima posibilidad de ganarle".
Usted se convirtió en campeón con el Bayern como jugador y como entrenador en sus dos primeros años. ¿Se disfruta menos del éxito como entrenador?
"Como entrenador es muy diferente. Para mí es importante que todo el mundo se sienta cómodo, y eso incluye al equipo técnico. Sólo así se podrá ofrecer un rendimiento máximo. Creo que lo hemos conseguido. Es una pena que no hayamos podido celebrar nuestros numerosos títulos el año pasado con los aficionados en el estadio. Se echó de menos a los espectadores, también por la integración de los nuevos jugadores".
¿A qué se refiere?
"Como recién llegado, necesitas tiempo para la adaptación, independientemente de que firmes con el FC Bayern como una estrella o un joven talento. Los aficionados contribuyen a todo el conjunto, te dan una respuesta directa en el campo, tanto positiva como negativa. Esto es muy importante, porque en Munich siempre se ha tratado de tener éxito y hacer todo lo posible por lograrlo".
Un gran problema deportivo esta temporada ha sido la gran cantidad de partidos que se empezaron perdiendo, 10 de 14 encuentros pudieron ser remontados, incluso consiguiendo la victoria final. ¿De dónde viene la voluntad para lograr remontadas?
"Creo que es el resultado del camino que hemos recorrido juntos en los últimos 18 meses. Por supuesto, habíamos fijado objetivos de antemano, pero la forma de alcanzar éstos objetivos también es importante. La ambición y la fe en nuestra propia fuerza están firmemente arraigadas en el equipo".
Como aficionado, incluso después de un 0-2, daba la sensación de que el equipo podía darle la vuelta al marcador. ¿Cómo se sentía en el banquillo?
"Para ser sincero, sentía lo mismo, excepto cuando perdimos en Maguncia. Hubo algunas señales durante el partido en las que intuí que iba a ser muy, muy difícil. Pero también hay que aceptarlo y señalarlo en el vestuario, porque por lo demás el equipo ha hecho un trabajo sensacional: apenas ha tenido vacaciones, apenas ha tenido preparación, un partido cada tres días... y aun así ha conseguido ganar el campeonato con mucha confianza, todos decimos que es el título más justo".
¿Qué pasaba en el vestuario cuando el equipo iba por detrás en el marcador? ¿Se le quedó grabada alguna escena en particular?
"Sí, en Frankfurt, cuando íbamos perdiendo 2-0. Había bastante jaleo entre los jugadores. Entré en el gimnasio de al lado con mis asistentes y les dije: 'Dejadles en paz, tiene que ser así. Me pareció una buena señal, jugamos mucho mejor en la segunda parte, aunque no pudimos darle la vuelta al partido".
Joshua Kimmich es un símbolo de actitud defensiva y perseverancia. ¿Lo firma?
"La palabra "perseverancia" tiene a menudo una connotación negativa, pero él está definitivamente muy, muy centrado, eso es lo que lo distingue. Creo que si es capaz de canalizar un poco mejor su ambición y dirigirla en la dirección correcta, podrá convertirse en un futbolista de clase mundial. Ya es un jugador de clase mundial en varias posiciones, pero puede dar un paso más, y se lo deseo. También fue importante para el equipo David Alaba, que es increíblemente versátil y siempre juega con mucho corazón".
No se limitó a halagar a Thomas Müller con palabras, sino que además le hizo una reverencia tras la victoria a domicilio en Dortmund. ¿Se ha reinventado de nuevo a los 30 años?
"Para mí, Thomas es un fenómeno. No siempre lo hace todo bien en el partido. Pero te da más momentos de alegría como entrenador que motivos para estar molesto con él, como cuando sale a buscar un córner donde no debe, pierde el balón y luego se convierte en un contraataque. A veces casi tenía que reírme y sentía que lo hacía a propósito para fastidiarme un poco y volver a sentir la adrenalina. Pero significa tanto para el equipo y este club, que nunca habrá otro jugador como él. Lo que ha conseguido en su carrera es único. Y además, tiene los pies en la tierra y es muy buen tipo".
Ha hablado de Kimmich, Alaba y Müller, aún faltan en la columan vertebral Manuel Neuer y Robert Lewandowski.
“Para mí y para todos los entrenadores, el eje central es el elemento crucial. Y no ha habido nada mejor en el mundo en los últimos dos años. Nunca quiero destacar a nadie de mi equipo, porque sólo podemos alcanzar nuestros objetivos todos juntos. Pero siempre pude confiar en estos cinco jugadores al 100 por cien, eran pura alegría".
¿Qué dejará en el FC Bayern?
"Creo que Julian Nagelsmann se divertirá mucho con este equipo, porque tiene una calidad tremenda y una gran actitud. Eso es lo que le escribí. Es un equipo de primera que sabe lo que es importante. Y en esto, tienes que apoyarlos como entrenador".
De niño era aficionado del FC Bayern, ¿lo seguirá siendo en el futuro?
"¡Por supuesto! Este club será siempre muy especial para mí. Por ejemplo, después de nuestro campeonato, Kalle Rummenigge vino al vestuario de entrenamiento con dos copas de champán para brindar, lo que me pareció un gran gesto. Aquí pasé los mejores momentos como jugador y pude celebrar grandes éxitos como entrenador. El FC Bayern es mi club".
Entrevista completa en la revista para socios, "51".
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