Su presentación en solitario fue sintomática para el resto del equipo. Kingsley Coman, a quien le une una especial relación con la máxima competición continental desde aquel gol en la final de 2020, estuvo muy activo durante la primera parte y superó constantemente el agresivo marcaje del Salzburgo. Como es de sobra conocido que el FC Bayern nunca se rinde, Mr. Lisboa hizo lo propio y dio alas a su equipo desde la banda izquierda, viendo la recompensa en forma de gol en el minuto 89 y, por consiguiente, el empate a uno en la ida de octavos de final. Con una victoria en la vuelta el próximo 8 de marzo en el Allianz Arena, los muniqueses se clasificarían a la siguiente ronda. Y todo ello, gracias la inestimable colaboración de King Coman.
Coman ve la recompensa por su gran actuación
Que el francés de 25 años acabara materializando la asistencia de Thomas Müller, su 19ª esta temporada y el que más ha dado de las cinco mejores ligas europeas, no fue casualidad. Antes del empate, el extremo había disparado siete tiros a puerta, algo que no ha superado ningún otro jugador en un encuentro de esta temporada de la Liga de Campeones. Además, Coman, quien renovó recientemente con el máximo campeón alemán hasta 2027, ha estado involucrado como mínimo en un gol en sus cuatro últimos partidos en la Champions League (dos goles y dos asistencias).
“Nunca hay que rendirse”
“En la segunda parte se impuso en todos los uno contra uno y realizó varios disparos. En general, ha disputado una muy buena segunda parte”, lo elogió su entrenador Julian Nagelsmann al finalizar el encuentro. “Fue un gol muy importante. Lo di todo, estaba muy cansado al final. Nunca hay que rendirse y hay que seguir intentándolo. Ha salido bien”, comentó Coman, el goleador de la noche. Ahora, toda la atención la acapara el partido de vuelta. “Queríamos ganar aquí, pero, aún así, no hemos perdido. En Múnich, con nuestra afición a nuestras espaldas, tenemos más opciones y aún más confianza”, explicó el extremo, quien permitió al líder de la Bundesliga mantener su invicto fuera de casa en la Liga de Campeones (récord de 22 partidos seguidos a domicilio sin perder).
La crónica del empate ante el Salzburgo en la ida de octavos:
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