© Fotos: Julian Baumann
Sadio Mané se estrenó inmediatamente como goleador con la camiseta del FC Bayern gracias a su tanto en la victoria en la final de la Supercopa contra el Leipzig. En nuestra entrevista, el Futbolista Africano del Año explica por qué no se siente una estrella mundial, cuáles son sus valores y por qué ya tiene el Lederhose (pantalones de cueros típicos de Baviera). Además, hace una apuesta. Puedes leer la entrevista completa en el nuevo número de nuestra revista para socios del FC Bayern "51".
La entrevista con Sadio Mané
Sadio, los niños ya gritaban tu nombre con entusiasmo en el primer entrenamiento en la Säbener Straße: "¡Mané, eres el mejor!" Incluso se subieron a los árboles para verte. ¿Lo has podido sentir?
"Sí, y estaba muy contento. El hecho de que los niños suban a los árboles especialmente para mí me motiva enormemente, por supuesto. Quiero dar lo mejor de mí cada día en los entrenamientos y en los paritdos, por el equipo y por los aficionados.
¿Es eso lo que significa ser futbolista: hacer brillar los ojos de los niños?
"Creo que sí. De niño, aún lo recuerdo, admiraba a los grandes jugadores, quería ser como ellos. Por eso es muy importante para mí hacer felices a los niños con mi juego. Los niños, dicen, son también los críticos más honestos".
¿A quién admirabas de niño?
"Mis ídolos eran Ronaldinho y El Hadji Diouf, de Senegal. Eran jugadores extraordinarios. Veía vídeos de ellos durante horas e intentaba imitar todo lo que hacían".
¿También tenías sus camisetas?
"Sí, por supuesto. Mi madre me regaló una camiseta de El Hadji Diouf, y cuando fui un poco mayor me compré una de Ronaldinho. Hice trabajo extra y gané dinero para ahorrar. Era un sueño llevar su nombre en la espalda. No quería ni quitarme las camisetas, cada día me ponía una diferente".
Hoy eres una estrella mundial, ¿te sientes así?
"La gente dice eso de mí, pero yo no me veo para nada como una estrella mundial. No tengo ese concepto de mí. Lo único que me importa es formar parte del equipo. Lo hago todo por eso. Quiero ir al límite por mis compañeros de equipo: Marcar goles, dar asistencias y ganar partidos. Estoy aquí para dar lo mejor de mí para el Bayern Múnich".
¿Cómo ves tu papel en el FC Bayern? Tu traspaso es diferente a los del pasado, donde había que trabajar duro para conseguir tu estatus.
"Cuando llegas a un gran club como el Liverpool o el Bayern siendo un jugador joven, no siempre es fácil. Todavía tienes mucho que aprender, en todos los aspectos de la vida. He vivido muchas cosas en mi carrera, me he desarrollado como persona y como jugador. Ahora quiero aportar toda mi experiencia al equipo y ayudar a fortalecerlo aún más para que todos juntos podamos alcanzar nuestros objetivos. Mientras tanto, soy un jugador experimentado y sé cómo manejar este tipo de presión. Para mí, las expectativas suponen una motivación que me empuja enormemente. Al final, me ayuda a mí y a todo el equipo a alcanzar nuestros objetivos".
¿Qué asocias al FC Bayern? ¿Qué hace que este club sea especial para ti?
"Cuando estaba en el Salzburg, veía muchos partidos del FC Bayern, e incluso después de trasladarme a Inglaterra, siempre estuve pendiente de la Bundesliga. Antes de mi traspaso, hablé con Thiago. Me contó todo sobre el equipo y la ciudad. Todo el mundo conoce la identidad del FC Bayern. Para mí, este "Mia san mia" significa que el equipo siempre es lo primero. Lo que cuenta es la unión, no el individuo. Eso es lo que hace que el FC Bayern sea tan especial. Me identifico fácilmente con esta filosofía porque estoy firmemente convencido de que éste es el camino del éxito. La identificación es la clave. Por eso no dudé ni un instante cuando tuve la oportunidad de trasladarme a Múnich".
Te consideran como una persona con los pies en la tierra y cercana, ¿de dónde provienen tus valores?
"Nací en un pequeño pueblo de Senegal llamado Bambali. Crecí y fui a la escuela allí. En mi cultura, los padres son muy importantes. Se les escucha, se les muestra respeto. Creo que estos valores son muy importantes en todos los aspectos de la vida y estoy agradecido de haber sido educado de esa manera".
¿Con qué frecuencia vas a Senegal? ¿Sientes cómo es realmente la vida allí, una vida fuera de la burbuja del fútbol?
"En las últimas temporadas, más de una vez al año no ha sido posible, desgraciadamente, porque sólo tuvimos un descanso invernal una vez en mis ocho años en Inglaterra. Siempre que puedo, visito a mis padres y a mis viejos amigos en Bambali. Es un pueblo pequeño, alejado de la ciudad más cercana. La vida allí es muy diferente a la de Europa. Me resulta difícil expresarlo con palabras, las culturas son demasiado diferentes y la situación de la gente de allí no es fácil. Eso te fundamenta. Entonces soy el Sadio de antes. Juego al fútbol con mis viejos amigos, nos divertimos juntos. Siempre disfruto mucho al volver. Mi país está formado por 17 millones de personas locas por el fútbol, y ahora todos son hinchas del Bayern. Creo que se verán muchas banderas de Senegal en el Allianz Arena esta temporada".
Has creado muchas instituciones sociales en tu pueblo. ¿Porque quieres dar algo a cambio?
"Bambali me ha convertido en lo que soy a día de hoy. Por eso es importante para mí devolver algo. Estoy muy orgulloso de lo que hago por la gente de allí. Conozco la realidad de sus vidas. Hacerles sonreír es importante para mí".
Háblanos de una comida tradicional de tu país.
"Thieboudienne", una sartén de arroz con aceite y pescado. Pero también nos gusta comerlo con pollo u otra carne. También está el maafe, un guiso que me encanta".
¿Por qué has elegido el número 17 en el Bayern?
"Cuando se cerró mi fichaje, pregunté qué números quedaban libres y me decidí por el 17. Sé que algunos grandes jugadores los han llevado, además el 17 está formado por el 10 y el 7, dos números que me gustan mucho. Es el número perfecto para mí".
¿Pasaste por Múnich durantetu estancia en Salzburgo?
"En realidad he estado en la ciudad más a menudo, con amigos. Y una vez estuvimos en el Allianz Arena, en un partido de la Liga de Campeones contra el Arsenal. En aquel momento, todavía me resultaba inimaginable que algún día yo mismo jugara allí".
¿Ha estado ya en el Oktoberfest?
"Desgraciadamente todavía no, pero tengo muchas ganas de hacerlo. Incluso tengo un Lederhose en casa de mi época en Salzburgo. Los conservé porque siempre me gustó llevarlos y, en general, me interesan mucho otras culturas".
¿Qué pasa con tu peinado?
¿"La línea rubia"? Lo tengo desde hace unos diez años. Quería hacer algo que nadie había hecho. Entonces mi peluquero tuvo la idea. Al principio no quería hacerlo porque sabía que mis padres nunca estarían de acuerdo. Pero entonces decidí arriesgarme. Mis padres estaban lejos. Por supuesto, llamaron en cuanto lo vieron: 'Sadio, ¿qué te has hecho en el pelo? No es bonito. Quítatelo". De hecho, me lo quitaron las primeras veces antes de ir a casa. De vuelta a Europa, volví a teñir la línea. A estas alturas, mis padres también se han acostumbrado y lo han aceptado".
¿Te apetece apostar? Si ganas la Liga de Campeones con el Bayern, te teñirás la línea de rojo. ¿De acuerdo?
""(Pensando) De acuerdo, ¡me apunto! Si ganamos la Liga de Campeones, me lo teñiré de rojo".
Quizás algunos niños de Múnich pronto correrán por las calles con tu peinado, y por el campo de fútbol.
"¡Prefiero que no lo hagan! No me gustaría que tuvieran problemas con sus padres por mi culpa (risas)".
Un Mané excepcional acelera el corazón del Bayern
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