El 31 de mayo de 1980, el cielo brillaba en blanco y azul, como diría hoy el Bayern, e incluso antes del 2-1 del FC Bayern contra el Eintracht Braunschweig, la música de las bandas de música y los Schuhplattler (danzadores nota del editor) crearon un gran ambiente en el Estadio Olímpico. El equipo en torno a Karl-Heinz Rummenigge y Paul Breitner, reunido por el joven director técnico Uli Hoeneß, celebró el primer campeonato de liga tras seis años de sequía, y el primer título desde el triunfo en la Copa de Europa de 1976. Los hinchas se agolparon en las gradas con el traje tradicional: habían respondido a la llamada del presidente con su atuendo: Willi O. Hoffmann había querido que este especial día se celebrara "a la manera bávara". Y hasta el cielo siguió el partido con los colores nacionales bávaros.
Willi O. Hoffmann formó parte de la directiva del club durante 27 años: primero como secretario y tesorero, luego como presidente de 1979 a 1985, y más tarde como miembro del consejo de administración. Su apodo de "Champagner-Willi" se convirtió en una leyenda. Hoy ha muerto. "La familia del Bayern llora la pérdida de Willi O. Hoffmann, que se ganó con creces su lugar en la historia del FC Bayern", afirma el Presidente Herbert Hainer. "Sentó las bases para que el FC Bayern se convirtiera en uno de los clubes más exitosos del mundo durante lo que entonces era una etapa difícil para el club". Uli Hoeneß, que empezó como entrenador bajo el mando de Hoffmann y más tarde fue también presidente: "Con Willi O. Hoffmann perdemos a una persona que siempre llevó al FC Bayern en su corazón. Siempre abordó todas las tareas de forma positiva y con su optimismo hizo una importante contribución al desarrollo del FC Bayern”.
1938: Primera vez en el estadio
La "O" es una especie de reminiscencia real: el segundo nombre de Willi O. Hoffmann es Otto. Sus padres bautizaron a su hijo en referencia al príncipe bávaro que llegó a ser rey de Grecia. Creció en el barrio muniqués de Sendling, como hijo de un fabricante de herramientas, y su padre le llevó por primera vez al estadio del FC Bayern en 1938; desde entonces fue un "rojo". Hoy figura como una de las personalidades famosas de Sendling, junto al periodista Siegfried Sommer, que exploró Múnich como caminante, el cantante de pop Patrick Lindner y el icono muniqués Uschi Obermaier. No es de extrañar que quisiera que la gente se vistiera con el traje tradicional, cuando por fin había algo que celebrar de nuevo.
Hoeneß: "Un súper sentido para la gente"
Ya de niño, Hoffmann discutía con sus compañeros de clase, que eran hinchas del TSV 1860, porque su padre una vez cubrió a su compañeros de trabajo en la fábrica de herramientas cuando se iba a entrenar con el FC Bayern a la hora del almuerzo. Hoffmann padre ayudó a distraer al guardián de la puerta de la fábrica a las 5 de la tarde para que sellara la tarjeta del escpado. Se trataba de Josef Lechler, que ocupó la portería de los "rojos" en su primer campeonato en 1932. Siempre encontraba una manera, tal vez lo heredó de su padre, dice Uli Hoeneß sobre esta anécdota. En cualquier caso, Willi O. Hoffmann era así cuando se incorporó al FC Bayern como secretario en 1958. Como tesorero, también fue responsable del ascenso del club, que pasó de ser un equipo de primera división poco sólido a un club europeo de primera fila, y cuando Wilhelm Neudecker y el equipo se separaron en 1979, asumió la presidencia. "Llegó a la presidencia en un momento en que las cosas eran turbulentas; había un verdadero caos en el FC Bayern. Pero Hoffmann siempre fue popular entre los jugadores, tiene un súper sentido con la gente", dice Hoeneß, "consiguió calmar al equipo, y luego introducir una nueva línea en el club en general".
Dos campeonatos y victorias en la copa como presidente
En ese momento, Uli Hoeneß estaba en su camino de jugador a manager, y ya se había acordado con Neudecker que él manejaría los hilos de la Säbener Straße en el futuro. Hoffmann no tendría que acatar este acuerdo, pero toma dos decisiones históricas: Uli Hoeneß explorará nuevas vías como manager, Paul Breitner asegurará el éxito deportivo en el campo con Karl-Heinz Rummenigge. El plan funciona: Cuando dio el relevo a Fritz Scherer en 1985, el FC Bayern había ganado el campeonato y la copa en dos ocasiones y llegó a la final de la Copa de Europa en 1982, que perdió ante el Aston Villa. ¿Cómo reaccionó Hoffmann ante esta inesperada derrota? Hoeneß: "Por supuesto que fue un shock para todos nosotros. Pero Willi es un tipo que nunca se desespera. Dijo: "Continúa".
Hoffmann contribuyó al desarrollo del FC Bayern con muchas ideas: Bajo su dirección, se construye el primer centro juvenil y se coloca el primer césped artificial. Junto con Hoeneß, introduce la idea de que los jugadores lleven regularmente los trajes tradicionales. Él mismo lidera como orgulloso bávaro, el rey Otto envía sus saludos - excepto que no lleva corona, sino que un sombrero de gamuza se convierte en su marca. A día de hoy, la pieza original puede verse en el Museo del FC Bayern. El lema de Hoffmann: "¡Con un equipo feliz a la cima de Europa! Con él, puede ocurrir que convoque a los jugadores después de una victoria fuera de casa: "Avisad a vuestras mujeres: cuando hayamos aterrizado, ¡nos vamos directamente al Käfer (Escarabajo, nota del editor) a celebrarlo!". Y todo el mundo estaba encantado de seguir la llamada de "Champagner Willi", recuerda Hoeneß: "Esas acciones serían impensables hoy en día".
Con la distancia de unas buenas cuatro décadas, también es difícil de creer la historia de cómo el Bayern subió una vez al avión de una aerolínea holandesa de bajo coste después de un partido de Copa de Europa en Belgrado, que era medio de madera y debía despegar con nieve y hielo, pero no tenía el combustible necesario. Hoeneß se lleva las manos a la cabeza al recordarlo: el Bayern recaudó dinero entre todos los pasajeros para el combustible. Sólo entonces pudo despegar el avión. Así era entonces, con el Presidente Willi O. Hoffmann: había que tener valor, encontrar soluciones creativas y mantener el optimismo. Así que las cosas fueron abruptamente hacia arriba con el FC Bayern. A veces no hace falta ser rey para hacer historia. A veces, una simple "O" es suficiente para causar sensación.