Cuando el Bayern llegó agotado al hotel de concentración tras una intensa noche en la Champions League, fue recibido con un caluroso aplauso. El equipo de Thomas Tuchel se había ganado el respeto de los invitados presentes en el banquete de la noche con una actuación de gran coraje. Antes, el supuestamente modesto FC Copenhague le planteó una gran batalla al equipo muniqués, que sólo gracias a una gran motivación y a golpes de talento individual consiguió la importante victoria a domicilio por 1-2 en la Champions League.
Dreesen: "No ha sido un partido fácil“
"Lo más importante es que hemos ganado. Por eso, quiero felicitar al equipo", declaró el Director General Jan-Christian Dreesen en su discurso inicial: "No ha sido en absoluto un partido fácil. Hemos luchado mucho. El Copenhague se jugaba la vida, no nos lo puso fácil, así que el triunfo de hoy es aún más valioso".
El Bayern sabía de antemano lo difícil que sería llevarse los tres puntos de Copenhague. El último equipo que ganó un partido fuera de casa en la Champions fue el Real Madrid en 2013. Ahora, los bávaros hicieron lo propio ante la realeza gracias a su excelente voluntad. "El año pasado no perdieron ningún partido aquí. Saben lo que hacen y nos lo han hecho saber", dijo Thomas Müller, resumiendo el partido.
Fue el propio jugador bávaro quien dio el giro decisivo a la noche. Después de que Jamal Musiala (minuto 67) empatara con una sobresaliente acción individual ante un equipo local que jugó con gallardía, el jugador de 34 años dio la siguiente pincelada de genialidad y asistió a Mathys Tel (minuto 83) -a pesar de ser vigilado en repetidas ocasiones por la zaga del Copenhague- para que anotara el gol de la victoria tras una gran jugada individual. "Todo ha ido bien en defensa, también para mí personalmente, por supuesto. Es especialmente divertido con la participación en el gol tras la sustitución", siguió diciendo Müller con modestia.
Elogios especiales para Müller y Ulreich
El veterano recibió un elogio especial de su entrenador: "Thomas estaba ansioso por jugar y darle la vuelta al partido", declaró Thomas Tuchel. Por supuesto, el técnico de 50 años también sabía que Müller no era el único al que podía agradecer la importante victoria. Sven Ulreich, en particular, merece una mención especial por su extraordinaria parada de reflejos en el tiempo añadido para evitar el amenazante 2-2 de los locales: "Sacó una mano sensacional al final", declaró maravillado el técnico. El Director General Dreesen también se mostró encantado con la parada y dio las gracias al guardameta: "Como portero, no siempre es fácil; hoy nos has salvado, ¡gracias!".
De este modo, los bávaros han sentado ya una buena base para su clasificación a los octavos de final: "Lideramos el grupo con seis puntos. Podemos mirar al futuro con optimismo", prosiguió Dreesen y añadió: "El próximo partido es el de Estambul. Esperemos sacar la victoria también allí".
Próximo reto contra el Freiburg
Pero antes de llegar a la máxima categoría, los campeones alemanes tienen que seguir compitiendo en la Bundesliga: el domingo viaja al Allianz Arena el SC Freiburg, y el FCB puede mejorar su victoria en la escena internacional con otro triunfo en la competición liguera. Para ello, sin embargo, el equipo muniqués deberá aprovechar la gran dosis de motivación y el espíritu de superación de la segunda parte en Copenhague. O como lo expresó Thomas Müller en pocas palabras: "Nos quedamos con los tres puntos y ojalá aprendamos de la lección para el domingo".
Aquí están las reacciones tras el partido en Copenhague:
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