Christoph Freund tiene sólo 24 años cuando asume la responsabilidad de 20 empleados en la carpintería familiar tras la repentina muerte de su padre. ¿Se convierte uno en líder de la noche a la mañana y qué puede transferirse de esta experiencia a su actual cargo de director deportivo del FC Bayern? Una conversación sobre los procesos de desarrollo y maduración.
Entrevista a Christoph Freund
Señor Freund, en la política, después de 100 días en el cargo, es tradicional hacer balance. ¿Cómo le van las cosas ahora que es director deportivo del FC Bayern desde el 1 de septiembre?
"El FC Bayern es un club muy, muy emocionante e impresionante. La estructura del club, tan accesible a pesar de su tamaño, es única en el mundo. La Asamblea General Anual y la reunión de socios de la víspera fueron experiencias completamente nuevas para mí. La forma en que los socios viven este club es algo muy especial. Han sido tres meses intensos. La conclusión es positiva en general, es divertido, y me alegro de haber dado el paso de salir de Salzburgo para entrar en el gran mundo del fútbol después de 17 años".
17 años es mucho tiempo. ¿Es importante para usted la continuidad?
"No soy partidario de los cambios rápidos en la vida. Quiero construir algo y crear conexiones, echar raíces. Esa es mi naturaleza y por eso no me resultó tan fácil dejar Salzburgo. Mi plan es en cualquier caso trabajar para el FC Bayern durante más tiempo“.
La regularidad no se da en el fútbol. ¿Se debió más a usted o al club el hecho de que estuviera tanto tiempo en Salzburgo? ¿Y cómo percibía desde allí al FC Bayern?
"En Salzburgo, hay continuidad en el cambio. La dirección del club y las personas implicadas no han cambiado en los últimos diez años, lo que nos ha permitido dar a muchos jugadores y entrenadores de talento la oportunidad de dar el siguiente paso. El FC Bayern está centrado en alcanzar los máximos objetivos en el fútbol europeo. Además, el club no sólo destaca deportivamente desde hace décadas, sino también económicamente. Esto también genera seguridad: en el FC Bayern sabes lo que te espera“.
¿Cuál era su relación con el FC Bayern cuando era niño en Leogang?
"Yo era un gran aficionado del FC Tirol: Hansi Müller y Bruno Pezzey eran mis héroes. El Bayern de Múnich, en cambio, fue para mí el gran mundo, bastante alejado del fútbol austriaco. Con once años, fui con mi padre a la semifinal de la Copa de la UEFA contra el Nápoles en el Estadio Olímpico. Todavía recuerdo a Diego Maradona calentando y haciendo malabarismos con el balón al ritmo de "Live Is Life". Fueron experiencias que dejan huella“.
¿Qué se trajo al FC Bayern desde Salzburgo?
"Quizás un enfoque ligeramente distinto, porque vengo de una estructura diferente. Cuando el Red Bull se unió al Salzburgo en su día, se dijo que simplemente eran los que más dinero tenían ahora y que estaban comprando el éxito con muchos jugadores veteranos. Pero nosotros reorganizamos el club. Hoy, el club presenta una clara orientacion. Esto también es muy importante para mí ahora: donde ponga Bayern de Múnich, tiene que ser Bayern de Múnich. También traigo conmigo una buena experiencia futbolística y la red que he construido en los últimos 17 años“.
Como club, el Salzburgo apuesta sobre todo por la formación y el desarrollo de talentos. ¿Cómo valora el trabajo en el Campus del FC Bayern?
"Por supuesto, el Campus desarrollará talentos para nuestros profesionales en el futuro, pero nunca será tan extremo como en Salzburgo, porque aquí tenemos objetivos diferentes. Tiene que encajar bien con el FC Bayern, y los talentos también tienen que saber que recibirán una educación tan buena con nosotros que hay muchas probabilidades de que hagan la transición al fútbol profesional. La conexión entre el Campus y la Säbener Straße es un factor muy importante. Esto se aplica no sólo a los talentos, sino también a los entrenadores, preparadores físicos y fisios. Queremos lograr el equilibrio entre tener éxito internacional y, al mismo tiempo, hacer un buen trabajo con los jóvenes. Ya trabajé con el Director del Campus, Jochen Sauer, en Salzburgo, nos tenemos en gran estima y tenemos los mismos puntos de vista, lo cual es una gran ventaja“.
¿Cómo habría tratado el director deportivo Christoph Freund al jugador Christoph Freund?
"Siempre me ha gustado y apasionado el fútbol, me encanta este deporte. En ese sentido, el director deportivo seguramente no habría tenido problemas con el jugador Christoph Freund, sólo temo que yo no habría tenido suficiente talento (risas). Está bien como salió“.
Hubo un momento decisivo en su vida: Cuando tenía 24 años, tuvo que hacerse cargo repentinamente del negocio familiar de carpintería tras la muerte de su padre. ¿Cómo lo llevó todo, aparte del fútbol?
"Me retiré como profesional y seguí jugando en tercera división. Fue un cambio total de carrera y sólo lo conseguí porque mi padre había formado un equipo muy bueno y bien conjuntado en la empresa. Entonces aprendí lo que es posible cuando uno se mantiene unido en una situación difícil y se apoya mutuamente. Para mí, personalmente, fue el mayor éxito de mi vida haber conseguido mantener las cosas en marcha junto con los empleados. La carpintería sigue existiendo hoy en día, es una de las carpinterías más grandes de 'Salzburger Land' y voy allí cada vez que estoy en casa, en Leogang. Fue una época muy difícil emocionalmente, porque siempre tuve una estrecha relación con mi padre, pero en retrospectiva también aprendí mucho de esta fase para mi vida“.
De repente tiene la responsabilidad de 20 empleados. ¿Eso le hace madurar bruscamente?
"Hasta entonces, como joven profesional de segunda división, llevaba una vida tranquila, sin preocupaciones ni responsabilidades. Y entonces, te quitan el suelo bajo los pies. Recuerdo la primera vez que fui a la empresa después del funeral, el lunes por la mañana. Los empleados estaban de pie en el taller, nadie sabía qué pasaría después. La gente estaba preocupada por su sustento. Fue entonces cuando hablé y dije que me quedaría a partir de ahora y que nos las arreglaríamos juntos. Y en ese momento me di cuenta: pase lo que pase ahora en mi vida, nada me va a desviar del camino a corto plazo".
¿Cómo influyeron estas experiencias en su posterior cargo de director deportivo en Salzburgo y ahora en el FC Bayern?
"Tanto en la artesanía como en el fútbol, siempre se trata de personas. Si te comprometes con la otra persona y te interesas por ella, construyes una base completamente distinta y obtienes mucho más a cambio. Cada uno tiene sus propios temas que son importantes para él en ese momento. Cuanto más conozcas al otro, mejor podrás responderle“.
¿Qué procesos de maduración personal vivió?
"Que siempre sigue, por muy mal que parezca ahora. Aunque nada sea como antes. Forma parte de ello que te lamentes, que a veces te desesperes. Pero luego hay que volver a levantar la cabeza y mirar hacia delante".
Quién sabe, quizá hoy no estaría aquí sentado.
“Definitivamente no, porque mi contacto con Salzburgo se produjo a través del taller de carpintería”.
Como ya ha mencionado, su currículum es un ejemplo perfecto de cambio de carrera. ¿Hasta qué punto es importante adquirir otras experiencias para poder pensar "out of the box"?
"Creo que eso es muy importante, porque puedes juzgar ciertas situaciones de manera diferente y darles un valor distinto. Si sólo has estado en este negocio, es más fácil perder de vista la vida normal fuera de la burbuja del fútbol que alguien que puede juzgar por experiencia propia lo duro que tiene que trabajar un carpintero para alimentar a su familia. Siempre pienso en el gran privilegio que es poder trabajar en el fútbol“.
¿Qué paralelismos ve entre trabajar en un taller de carpintería y trabajar con jóvenes talentos en el FC Bayern? ¿Se necesita paciencia, y algo se desarrolla con el tiempo?
"Hice un aprendizaje, pero nunca fui un carpintero dotado. Siempre quise ser futbolista (risas). Me gusta mucho trabajar con jóvenes y ayudarles durante tres, cuatro o cinco años. Cuando luego ves cómo personas con talento se convierten en personalidades consolidadas, te da una satisfacción increíble. Es parecido a un carpintero que tiene delante unos cuantos tablones de madera y crea algo a partir de ellos gracias a su imaginación y artesanía. Ambos requieren un plan muy concreto, y ninguno se crea de la noche a la mañana“.
¿Qué factores son necesarios para moldear a un jugador y convertirlo en jugador del FC Bayern?
"Hablamos del más alto nivel, así que, por supuesto, se necesitan los requisitos futbolísticos previos, como la técnica y la comprensión táctica. Pero la mentalidad es crucial. Hay que confiar en uno mismo para rendir al máximo nivel una y otra vez. Es importante trabajar con los jugadores jóvenes sobre lo que significa enfrentarse a la presión“.
Pero eso dificulta aún más la labor de ojeador: la mentalidad ganadora difícilmente puede resumirse en conjuntos de datos, ¿verdad?
"Estas habilidades son absolutamente cruciales en nuestra evaluación de los jugadores. Recogemos muchas impresiones de los jugadores fuera del campo. Cómo son con otros jugadores, cómo se comportan en determinadas situaciones... hablamos con mucha gente que les acompaña. Para llegar a la cima y mantenerse en ella hay que darlo todo. Hay muchos ejemplos de jugadores de gran talento que, sin embargo, tomaron un camino diferente. Eso es correcto, pero hay que admitirlo antes de ser infeliz".
Volviendo a la carpintería: ¿De qué madera hay que estar hecho para lograr un éxito duradero en el FC Bayern, como jugador y como entrenador?
"Entonces quedémonos con el cuadro: también hay diferentes tipos de madera en el bosque, los monocultivos no son tan estables como los bosques mixtos. En un equipo también tiene que haber distintos tipos de jugadores, y en la gestión cada uno tiene sus puntos fuertes individuales. Cuanto más diferentes sean los tipos, más amplio será el espectro de rendimiento que pueda trazarse. Lo importante es encontrar siempre una base común".“
Y no deberían caerse al primer viento en contra.
"Eso también, por supuesto. No se puede ser demasiado tierno en este trabajo, tiene que haber un poco de corteza en el árbol (ríe)".
Fotos: Fritz Beck
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