Es fútbol. Puede ser inspirador. Pero a veces es simplemente cruel. Como lo ha sido para el FC Bayern en la noche del miércoles en el Estadio Santiago Bernabéu. La derrota por 2-1 en el partido de vuelta de semifinales ante el Real Madrid ha sido muy amarga. La final del 1 de junio en el estadio londinense de Wembley enfrentará al Borussia Dortmund y al Real Madrid. Y el dolor de esta certeza es profundo.
Esto también quedó patente en los rostros de nuestros jugadores cuando se pusieron delante de los aficionados y les agradecieron con aplausos su apoyo, una vez más excepcional. Las gradas también respondieron con un caluroso aplauso. Este apoyo incondicional y solidario al FC Bayern, tanto en el partido de ida como en el de vuelta, seguirá siendo algo especial y, sin duda, un recuerdo positivo de esta temporada en la UEFA Champions League.
Sólo unos minutos.
En definitiva, se quedaron a pocos minutos de la final. "Cuando vas ganando 0-1, tienes buenas sensaciones. Pero los errores suelen decidir los partidos de fútbol. La decepción es enorme. Hemos hecho un gran esfuerzo, es duro", resumió Thomas Müller.
Alphonso Davies adelantó a los suyos (68') antes de que Joselu anotara dos goles en los últimos compases (88'/90'+1). Ya no importa si el resultado fue merecido o no tras el 2-2 de la ida. Lo que es indiscutible es que nuestro equipo lo ha dado todo por alcanzar el gran sueño.
"No hay nada que reprochar, porque lo hemos dado todo sobre el terreno de juego", declaró el entrenador Thomas Tuchel.
También hubo de gestionar una emocionante jugada poco antes del final del partido. Inmediatamente antes de que Matthijs de Ligt marcara, el árbitro Szymon Marciniak hizo sonar su silbato. Müller, que cedió el balón a de Ligt, estaba en fuera de juego. Fue sorprendente que Marciniak no esperara a ver cómo acababa la jugada.
Neuer lo califica de "extremadamente amargo"
Pero la eliminación en semifinales obedeció a varias causas. Serge Gnabry volvió a lesionarse, todos sus compañeros se esforzaron al límite y a veces más allá. "Y luego Manu, que nos estuvo salvando brillantemente toda la noche, cometió un error que no volvería a cometer ni en 100 años", dijo Tuchel.
Manuel Neuer, que hizo honor a su fama de mejor portero del mundo, no pudo evitar que Vinicius Júnior anotase el 1-1 definitivo. "Es muy amargo para mí. Esperaba que el balón fuese mucho más abajo y de repente rebotó hacia arriba. Cualquiera que haya jugado al fútbol sabe cómo te sientes ahora. Quedar eliminado de esta manera con un resultado en el que íbamos ganando hasta poco antes del final es extremadamente amargo. Ya teníamos un pie en Londres y nos veíamos allí. Faltan las palabras", afirmó.
Sin embargo, tantas acciones dieron lugar a la esperanza. La defensa se mantuvo sólida, todos corrieron para todos, los jugadores se apoyaron unos a otros y se elogiaron mutuamente por sus aciertos. El Real Madrid era peligroso, pero el FCB supo aguantar el tipo. El partido se caracterizó por la paciencia y la confianza en su propia fortaleza.
El porcentaje de duelos ganados fue impresionante, del 52,6%. Con doce entradas ganadas frente al Real Madrid, siete más que su rival en el balance global. Actitudes correctas, el equipo demostró carácter. "El equipo ha hecho una muy buena temporada en la Champions", elogió el director deportivo Max Eberl.
¡Volveremos!
Aunque no se amplíe la vitrina de trofeos esta temporada, aún queda mucho por hacer.
El fútbol ha sido cruel. Tardaremos unos días en digerir este trago amargo del Bernabéu.
Pero la voluntad de volver a ilusionar a nuestros aficionados en el futuro sigue intacta.
Todas las reacciones tras el partido de vuelta contra el Real Madrid:
Temas de este artículo