Hace 50 años, el FC Bayern se convirtió en el primer equipo alemán en ganar el tercer campeonatos de liga consecutivo y la Copa de Europa en sólo ocho días. La revista para socios "51" repasa cuatro partidos inolvidables y momentos memorables fuera del terreno de juego en mayo de 1974. La primera parte narra un día histórico en el Olympiastadion, cuando el FCB hizo historia en la Bundesliga.
Sábado 11 de mayo
En el momento del triunfo absoluto, el jefe pide prudencia: "¡Esta vez nada de fotos desnudos, por favor!", llama el presidente del FCB, Wilhelm Neudecker, al vestuario donde Beckenbauer, Maier, Müller y compañía celebran el campeonato alemán. Fotógrafos y cámaras se agolpan en la puerta.
„Nuestro equipo nunca ha sido tan fuerte como en 1974.”
Franz Beckenbauer
En la 33ª jornada, los Rojos certificaron el trofeo de campeón con una trabajada victoria por 1-0 frente al Kickers Offenbach, gracias a una racha sin precedentes de 15 partidos consecutivos sin conocer la derrota en la Bundesliga y a la derrota por 0-1 del Gladbach en el campo del Fortuna Düsseldorf. Pero el presidente no pierde de vista el gran objetivo, la historia del fútbol alemán y la máxima competición europea. No quiere a nadie desnudo.
El título de liga en el bolsillo y la Copa de Europa a la vista
El FC Bayern es el primer club alemán que se proclama campeón de Alemania tres años consecutivos. Y dentro de unos días, la final contra el Atlético de Madrid en la Copa de Europa. "Nos gustaría inscribir nuestro nombre en la historia", dice Neudecker a los periodistas, "como el Real Madrid o, recientemente, el Ajax de Amsterdam".
Los augurios eran alentadores: "Sabíamos que normalmente éramos mejor equipo y que en caso de necesidad, Gerd marcaría un gol con el culo en el minuto 90", recuerda Paul Breitner. "Esa certeza nos ayudó a salir adelante". El capitán Beckenbauer también se emociona: "Nuestro equipo nunca fue tan fuerte como en 1974".
El Bayern de los 70 tiene talento, velocidad y ahora también experiencia. Sólo Jupp Kapellmann, Conny Torstensson y Viggo Jensen levantan el trofeo por primera vez. Por eso ya miran a Bruselas: "Fue la verdadera prueba de fuego para nuestra final contra el Atlético", dice Gerd Müller, autor del gol en el minuto 75 contra un Offenbach combativo y agresivo. Faltas, entradas, tiempos muertos... pero al final ganó el Bayern. ¿Un buen augurio?
El Bayern lo celebra "con prudencia y paz interior"
Contrariamente a los temores del presidente, el equipo no lo celebra exuberantemente, sino que parece aliviado por tener el título en el bolsillo y no tener que jugárselo todo en la 34ª jornada contra el potente Gladbach que dirige Jupp Heynckes. Después de sólo media hora, la fiesta en el vestuario ya ha terminado. "Saboreamos el momento", recuerda hoy Paul Breitner, "y lo celebramos en pequeños grupos. Con prudencia y paz interior".
El grupo escandinavo formado por Viggo Jensen, Conny Torstensson y Johnny Hansen sale a comer a un italiano. Rainer Zobel acaba con ex colegas del Hannover y jugadores del 1860 en el "Weinschatulle" de Maxvorstadt ("pero sólo brevemente"). Uli Hoeneß dice escuetamente a los periodistas: "Me voy a casa a echar una siesta".
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