




Si prestas atención al discurso del Leverkusen en los días previos al partido de vuelta de los octavos de final, seguro que sientes miedo. En el último entrenamiento, había cinco razones para creer que el Bayer 04 remontaría el 3-0 de la ida. En la rueda de prensa, al defensa Jonathan Tah se le preguntó incluso por la remontada en la final de la Copa de la UEFA de 1988: «Yo ni siquiera había nacido entonces», dijo disculpándose. Y el entrenador Xabi Alonso invocó a los dioses del fútbol por última vez justo antes del saque inicial del partido de vuelta en el BayArena: «Hoy no necesitamos un partido normal, necesitamos fuego, más pasión que nunca», dijo el técnico de 43 años: «No tenemos nada que perder, en nuestra posición sólo podemos ganar, sólo el FC Bayern puede perder».
Sin embargo, no le hizo este favor al Bayer 04. Al contrario: la victoria a domicilio por 0-2 (0-0) se tradujo en un 5-0 global frente al campeón alemán y campeón de Copa, que llevaba seis partidos consecutivos sin perder contra el FC Bayern antes de afrontar esta eliminatoria.. «Puede que hayamos recuperado parte de la constante en el fútbol alemán», declaró el director general Jan-Christian Dreesen y advirtió: “Es importante no confiarse y mantener los pies en el suelo”. El Inter de Milán, que derrotó al Feyenoord de Rotterdam por un global de 4-1, espera ahora a los muniqueses en cuartos de final. «Es difícil, pero lo afrontamos con muchas ganas. Hay buenos y malos recuerdos de Milán. Nos quedaremos con los mejores y esperamos con impaciencia estos dos partidos que nos esperan en abril», declaró Dreesen.

«No permitir el caos»
«No debemos permitir el caos», había exigido Max Eberl, director general deportivo del FC Bayern, en los prolegómenos del encuentro. Una jugada aislada, la presión sobre la defensa y la energía del público y del rival, era probablemente lo único que podía haber hecho tambalearse al FC Bayern.
No fue así: cualquiera que observara la tranquilidad y confianza del equipo visitante en el partido de vuelta en Leverkusen se daría cuenta rápidamente de que no había lugar para la duda en esta noche de marzo en Renania. Al igual que en la ida, la pareja defensiva formada por Dayot Upamecano y Minjae Kim estuvo casi impecable. El correoso Konrad Laimer se mostró solvente siempre que hubo un atisbo de peligro. Leon Goretzka. y Joshua Kimmich se entendieron a la perfección en el centro del campo. Y atrás, Jonas Urbig, el portero más joven del Bayern en la Champions League desde Stefan Wessels, reemplazó sin problemas a Manuel Neuer, que sufrió una lesión en el gemelo, bajo la presión de un ambiente caldeado.
En resumen, el FC Bayern hizo lo único correcto en este partido desde el principio: no se escondió, no se refugió en su ventaja de 3-0, sino que, como estaba escrito en el suelo del vestuario del equipo visitante, «completó el trabajo».
«Hoy no se trata tanto de táctica. Se trata de intensidad y corazón. Necesitamos algo más que táctica, necesitamos hambre. Un poco de luz, de fuego», había pedido Alonso a su equipo, que no pudo contar con el lesionado Florian Wirtz. El FC Bayern siempre cedió espacios al Leverkusen en el centro del campo, pero luego se abalanzó sobre su rival con mayor energía cuanto más se acercaba a su propia área. Los muniqueses también presionaron con fuerza en la primera línea, lo que provocó ciertas dudas en el juego de elaboración local. Esto provocó errores y las primeras ocasiones de gol del FC Bayern, todas ellas desaprovechadas.
«Hoy nos enfrentamos por quinta vez, he visto casi tantos partidos del Leverkusen como de mi propio equipo», declaró el entrenador Vincent Kompany. Esta vez, sin embargo, nada sorprendió a su equipo; si acaso, el Leverkusen pareció sentirse intimidado desde el principio. El Bayer 04 tampoco tuvo ninguna oportunidad contra el FC Bayern en este partido. Todos los intentos de hacerse con el control del juego con energía y físico, de marcar de algún modo un gol tempranero que podría haber desatado el caos antes mencionado, se esfumaron. El Leverkusen no había disparado ni una sola vez a puerta en los primeros 45 minutos, a pesar de que el técnico Alonso había dado entrada a un delantero centro clásico, Patrik Schick. Pero el goleador estaba desesperado, Kim y Upamecano estaban siempre encima suya. «Ha sido un partido muy bueno para nosotros. Defendimos muy bien juntos», declaró el defensa internacional francés.
El portero del Bayer, contrariado
En claro contraste con el partido de la Bundesliga disputado unas semanas antes, el FC Bayern dominó a los locales: «Nos preparamos bien. Sabíamos que teníamos que jugar al máximo nivel», declaró Jamal Musiala: “Hemos jugado dos partidos muy buenos, la intensidad y la energía han estado ahí hasta el minuto 90. Tenemos que seguir así en los próximos partidos». Lukáš Hrádecký, el portero local, se mostró contrariado: «El Bayern fue claramente mejor equipo, tenemos que reconocerlo».

Pero la esperanza de un milagro futbolístico para el Bayer 04 seguía viva, aunque se fuese diluyendo a medida que avanzaba el partido. Tras la reanudación, Harry Kane lo apagó como una vela sin rastro de humo: su gol -el décimo de la actual temporada en Europa-, tras un excepcional lanzamiento de falta de Joshua Kimmich, dio al equipo una merecida ventaja. Poco después, Alphonso Davies remató de volea un fulgurante ataque combinativo por mediación de Serge Gnabry, Leon Goretzka y Kane para poner el 0-2 definitivo. El larguero y el palo impidieron dos intentos de Musiala, y el Bayern, que lo dio todo de principio a fin, se llevó la victoria por la mínima.
Se viene el Union Berlín
«Un partido realmente bueno, una actuación especial por nuestra parte desde el primer minuto», declaró un encantado Harry Kane: «Hemos ganado 5-0 al Leverkusen en dos partidos, lo que supone dos actuaciones muy buenas contra un equipo muy bueno». Con este impresionante estado de forma, el campeón récord alemán podrá mirar con confianza al Inter de Milán, que se abrió paso hasta los cuartos de final tras imponerse por un claro 4-1 al Feyenoord. «La eliminatoria de octavos no la hemos perdido hoy. La perdimos en la segunda parte en Múnich», declaró Xabi Alonso.
Su colega muniqués opinó lo mismo: «Creo», dijo Vincent Kompany, «que los chicos han vuelto a demostrar hoy la ambición que tienen y lo que quieren conseguir». El entrenador se encargó de que el FC Bayern mantuviera la humildad: «Ahora todos estamos deseando que llegue el Inter», dijo, «pero a partir de mañana todo se centra en el próximo partido. Y ése es contra el Union Berlin».
Las reacciones de los protagonistas tras el partido:
Temas de este artículo