




Las lesiones forman parte del fútbol, pero cuando jugadores clave son baja resulta especialmente dramático. El FC Bayern München está actualmente sin varios jugadores clave. Pero la historia lo demuestra: Es precisamente en momentos como éste cuando los campeones récord alemanes se superaron a menudo a sí mismos y celebraron grandes éxitos. He aquí cuatro ejemplos históricos que deberían dar esperanzas a los aficionados.
1975: Victoria contra el Leeeds pese a las bajas de Hoeneß y Andersson

La final de la Copa de Europa de 1975 contra el Leeds United comenzó con un sobresalto para el FC Bayern: el defensa sueco Björn Andersson sufrió una brutal falta a los pocos minutos; una lesión de rodilla le obligó a ser sustituido a los cuatro minutos.
Poco antes del descanso, Uli Hoeneß también sufrió una grave lesión de rodilla tras una brusca entrada de un rival y también tuvo que abandonar el terreno de juego en París (42'). Parecía que la final de la Copa de Europa se sumaría a una temporada de fracasos y mala suerte: El FC Bayern, vigente campeón, sólo terminó décimo en la liga y fue eliminado en semifinales de la Copa DFB. Con estas dos importantes bajas de jugadores clave nada más empezar el partido, el FC Bayern empezó a tambalearse. El Leeds United dominó el partido a partir de ese momento, pero el FC Bayern se defendió con todas sus fuerzas.
Franz «Bulle» Roth marcó el 1-0 de la nada en el minuto 71, antes de que Gerd Müller asegurara definitivamente la defensa del título con su gol del 2-0 tras un pase de Jupp Kapellmann. Por cierto, se trataba del mismo Gerd Müller que había sufrido una fractura de peroné en febrero de 1973 tras una dura entrada y se perdió el partido, que los médicos sólo descubrieron semanas más tarde en la «pierna disparadora de la nación». A pesar de los grandes contratiempos, el FC Bayern demostró su fortaleza mental y consiguió su segunda Copa de de Europa consecutiva.
2001: Triunfo en la Champions League pese a la sanción a Effenberg contra el Real Madrid

Stefan Effenberg era la pieza clave del juego del Bayern. Cuando el capitán fue baja por sanción para el partido de vuelta de semifinales de la Liga de Campeones contra el Real Madrid en el Estadio Olímpico, con todas las localidades agotadas, los pronósticos apuntaban en su contra a pesar de la victoria por 0-1 en el Bernabéu. Pero el Bayern demostró que el colectivo cuenta: Gracias a la serenidad defensiva de Owen Hargreaves, sustituto de Effenberg, y a la frialdad de Giovane Élber, autor del primer gol tanto en la ida como en la vuelta, se impuso. También porque Jens Jeremies ofreció una actuación de categoría mundial apenas unas semanas después de su operación de rodilla, e incluso marcó de libre directo desde 18 metros. El resto es historia: al final de la temporada, el Bayern levantó el trofeo contra el Valencia CF en la tanda de penaltis del estadio Giuseppe Meazza de Milán. En parte porque Stefan Effenberg, que había sido sancionado previamente, igualó el gol inicial de Mendieta con un penalti en el tiempo reglamentario. Effe volvió a marcar en la tanda de penaltis, y al final el FC Bayern celebró la victoria en la Liga de Campeones.
2013: Triplete pese a la lesión de Kroos

Toni Kroos era una de las grandes promesas a las órdenes de Jupp Heynckes, pero fue en el partido de cuartos de final de la Liga de Campeones contra la Juventus cuando sufrió una grave lesión. Tras un duelo con Stephan Lichtsteiner, el mediapunta se lesionó a los 16 minutos de juego y tuvo que abandonar el terreno de juego lesionado. «Es muy amargo, por supuesto», declaró el entrenador Jupp Heynckes tras el partido. «Se tomarán muchas decisiones en los próximos dos meses».
El doctor Hans-Wilhelm Müller-Wohlfahrt, médico del equipo, pronosticó una baja de «al menos seis a ocho semanas». El diagnóstico fue un desgarro muscular en la zona del aductor. Posteriormente, Kroos se perdió 23 partidos oficiales con el FC Bayern y la selección nacional, en parte porque también fue operado de la rodilla. Muchos pensaron que el sueño del FCB de ganar el triplete podría haber terminado. Pero el Bayern demostró que era posible sin Kroos: Thomas Müller, Arjen Robben, Franck Ribéry y Bastian Schweinsteiger asumieron aún más responsabilidad y, al final, se logró el histórico triplete con la inolvidable victoria en la final de la Liga de Campeones contra el Borussia Dortmund en Wembley.
2019: El año de lo seis títulos pese a la rotura del cruzado de Niklas Süle

Cuando Niklas Süle se rompió el ligamento cruzado de la rodilla izquierda en un partido de la Bundesliga en el campo del FC Augsburg en octubre de 2019, la defensa del Bayern parecía enfrentarse a una auténtica prueba de fuego. Era la segunda rotura de ligamento cruzado de Süle, que ya sufrió una grave lesión en 2014 cuando aún vestía la camiseta del TSG Hoffenheim. El seleccionador alemán, Joachim Löw, que quería contar con el defensa para la Eurocopa de 2020, también habló de «noticia muy amarga».
El defensa estuvo de baja 183 días, pero el entrenador Hansi Flick encontró soluciones: David Alaba pasó al centro de la defensa, el recién llegado Alphonso Davies ocupó el flanco izquierdo de la defensa y, de repente, la zaga del Bayern era más estable que nunca. ¿El resultado? Un año histórico con un campeonato, la Copa DFB y la Liga de Campeones. Durante la temporada pandémica, Niklas Süle se benefició del hecho de que hubo más de cinco meses entre el partido de ida de los octavos de final, el 0-3 en el campo del Chelsea el 25 de febrero, y el 4-1 de la vuelta en el Allianz Arena el 8 de agosto, debido al confinamiento. Tiempo que el defensa utilizó en rehabilitación y pudo regresar a tiempo para la final.
Eso dio sus frutos por partida doble: Cuando Jérôme Boateng se lesionó a los 25 minutos en un duelo con el argentino Ángel Di María en la final contra el Paris St. Germain, Süle saltó al campo y defendió con seguridad en la zaga con Joshua Kimmich, David Alaba y Alphonso Davies. En la delantera, Kingsley Coman condujo al FCB a su sexto triunfo en la competición reina. El colofón fue la Supercopa de la UEFA, la Supercopa alemana y la victoria en el Mundial de Clubes: el año de los seis título fue perfecto.
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