El FC Bayern necesitó apenas media hora, treinta minutos de juego, para dejar las cosas claras en el Ostalb. Y a diferencia de lo ocurrido en abril de 2024, cuando el 1. FC Heidenheim fue capaz de remontar una ventaja muniquesa, en esta ocasión el líder de la liga, muy superior y seguro de sí mismo, no dejó lugar a dudas al cosechar su décima victoria a domicilio de la temporada: 0-4 (0-3) fue el merecido resultado final, con lo que el FC Bayern no sólo se ha situado aún más líder en el sprint final por el campeonato, sino que también ha logrado un claro triunfo tan sólo tres días después de la amarga eliminación en la Champions League a manos del Inter de Milán. «Sabíamos lo difícil que iba a ser jugar aquí. Hemos hecho un partido completo, enhorabuena a los chicos. Estoy muy contento, ha sido un buen final de semana para nosotros», declaró después Vincent Kompany, entrenador del Bayern.
Sol en Pascua en lugar de viento
Sus jugadores también se sintieron aliviados. «Eso también es característico de nosotros, mostrar una reacción así», dijo Konrad Laimer poco después del partido. «No podemos cambiar lo que ha sucedido en el pasado. Hemos venido aquí y el Heidenheim lo ha hecho bien en los últimos partidos, pero el hecho de que hayamos jugado de igual a igual durante 90 minutos y hayamos ganado 0-4 es muy bueno para nosotros y una digna reacción a lo sucedido en las últimas semanas».
Mientras que el miércoles por la noche un desagradable viento azotaba con lluvia constante el estadio San Siro de Milán, esta vez el espléndido sol de Pascua brilló el sábado en el Albstadion con agradables temperaturas primaverales. El FC Bayern aprovechó esta circunstancia, con cuatro cambios en su alineación titular con respecto al partido de competición europea, para hacerse rápidamente con el control del juego con mucho entusiasmo, una presión incesante y un comportamiento agresivo en los duelos. Las posibilidades para el modesto equipo que ocupa la 16ª posición en la clasificación, que sólo ha logrado tres victorias en casa esta temporada, se convirtió pronto en una utopía: el FC Bayern se negó a perder el control del partido y se mostró muy decidido y concentrado. «No conseguimos pelear los duelos y ocupar los espacios. Nos limitamos a correr detrás y a sufrir», declaró Frank Schmidt, el decepcionado entrenador del Heidenheim.
Doble golpe en seis minutos
A los 12 minutos, Harry Kane marcó con la zurda de un disparo raso para adelantar a su equipo en el marcador, tras recibir un pase de Michael Olise. El 24º gol de la temporada del goleador fue también el 102º disparo a puerta del inglés esta temporada: ningún delantero de la Bundesliga ha rematado más veces que Kane.
El FC Bayern siguió jugando con energía e intensidad asombrosas y parecía haber superado física y mentalmente el doloroso empate a 2 contra el Inter del miércoles: Serge Gnabry, que aportó una clara vitalidad al juego ofensivo, encontró al titular Konrad Laimer con un maravilloso pase en profundidad que no dio ninguna oportunidad al guardameta del Heidenheim: 0-2 (19'). Con este doble golpe, el FC Bayern también envió una señal contra el que probablemente sea su mayor defecto en lo que va de temporada: su incapacidad para aprovechar las ocasiones que genera.
El Heidenheim parecía tambalearse, como un barco sin timón, al verse zarandeado por las poderosas olas ofensivas del FC Bayern, pero tuvo suerte de que varios intentos de los visitantes resultaran infructuosos: dos cabezazos de Kane y Olise, que se quedó solo ante la portería local tras un pase de Laimer, fallaron.
Sin embargo, la sentencia se dictó antes de llegar al descanso, que los locales necesitaban desesperadamente para poner en orden su defensa: Raphaël Guerreiro falló primero con un potente disparo directo tras un pase de Kane, pero Kingsley Coman colocó con precisión milimétrica su remate posterior sin ángulo entre el palo y el pie del guardameta del Heidenheim (37'). Al descanso, el campeón récord alemán había marcado tres goles fuera de casa por segunda vez esta temporada: en Heidenheim y en la victoria por 1-6 en casa del Holstein Kiel a mediados de septiembre. El cuarto gol estuvo a punto de llegar, pero el potente disparo raso de Harry Kane se perdió por centímetros junto al poste. Habría sido su gol número 61 en su 60º partido de Bundesliga.
En la segunda parte, los locales siguieron tratando de controlar el juego del Bayern, pero no lo consiguieron. En parte porque el FC Bayern no pensó nunca en levantar el pie del acelerador. Al contrario: el capitán Joshua Kimmich marcó desde el borde del área el 0-4 (56'), el broche final de un partido en el que el FC Bayern tuvo por momentos un 77% de posesión y un dominio absoluto, sobre todo en el juego aéreo. El sólido Eric Dier y el entramado defensivo del centro del campo en torno a los aplicados Kimmich y Aleksandar Pavlović se encargaron de desactivar todo lo que de algún modo se dirigía hacia la portería del Bayern.
«Acabo de decírselo al equipo, es doloroso: 0-3 al descanso y sólo ir por detrás en el marcador, teniendo sólo una ocasión en cada tiempo», dijo Frank Schmidt, resumiendo el estado de ánimo de su equipo. Para el entrenador del Heidenheim, fue el «resultado normal» de un partido contra el FC Bayern, «un equipo con la calidad y la actitud de hoy, que dominó el partido y mereció ganar. Por desgracia, no pudimos evitarlo».
Urbig deja su portería a cero
El Heidenheim tuvo incluso suerte de que el conjunto visitante no aumentara su cuenta goleadora, ya que aún dispuso de ocasiones para hacerlo. Al final, incluso mereció elogios el portero Jonas Urbig, que volvió a destacar por su actuación: El joven guardameta desactivó un peligroso contraataque -el único- por mediación de Sirlord Conteh (65'), de modo que el sustituto de Neuer mantuvo su portería a cero por primera vez en su sexto partido de la Bundesliga: «Si no estás concentrado al cien por cien, tanto ofensiva como defensivamente, la cosa se puede complicar aquí. Pero hemos reaccionado muy bien», declaró Urbig.
«Es un equipo con el que no podemos competir así, todo tiene que salir bien, y hoy han salido muy pocas cosas bien», declaró Patrik Mainka, defensa del Heidenheim. El ambiente apagado en el Ostalb fue la mejor prueba de la gran actuación del FC Bayern. «No podemos subestimar esta victoria, sobre todo por las formas», subrayó Joshua Kimmich: «Creo que jugamos nuestro último partido hace 40 horas y viajamos hasta aquí con una gran decepción. Pero la forma en que hemos afrontado hoy el partido me ha impresionado personalmente. Ha sido un paso muy, muy importante».
El director general deportivo, Max Eberl, también se mostró impresionado por el rendimiento de su equipo tan poco tiempo después de lo ocurrido en Milán: «La reacción de hoy, la forma en la que hemos actuado aquí desde el principio, ha demostrado que el equipo quiere lograr éxitos», declaró Eberl. «Al actuar de la forma en que lo hemos hecho -queriendo ganar el partido desde el principio-, nos acerca de nuevo un paso más al campeonato».
Las reacciones tras el partido:
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