
Hay 486 notarios en el Estado Libre de Baviera – solo los mejores licenciados son admitidos. Fue a través de su anterior profesión que nuestro primer vicepresidente, el profesor Dr. Dieter Mayer, llegó al FC Bayern. Con motivo de su 70.º cumpleaños, hablamos con él sobre sus raíces en Schwabing, decisiones que marcaron su camino… y windsurf.
Entrevista con el profesor Dr. Dieter Mayer
Nuestra conversación tiene lugar en el lago de Garda, ya que desde joven solía venir aquí a hacer windsurf – algo bastante típico entre los muniqueses…
Profesor Dr. Dieter Mayer: «Así es, para muchos muniqueses el lago de Garda es un lugar muy especial. En mis primeros semestres de Derecho, siempre que podíamos, cargábamos una vieja furgoneta VW con algunos amigos y veníamos aquí a hacer windsurf. El lago es famoso por sus condiciones de viento constantes: por la mañana sopla el viento del norte hacia el sur, y a partir del mediodía el viento del sur hacia el norte. No necesitábamos mucho por aquel entonces: a menudo me alojaba en habitaciones sin desayuno por nueve marcos al día. El amor por este lago sigue intacto. Mi esposa y yo venimos con regularidad, sobre todo desde que me jubilé. Lo del windsurf quedó atrás, todo tiene su tiempo; ahora disfrutamos haciendo senderismo o rutas en bicicleta de montaña».
Usted es muniqués de nacimiento – ¿cómo era el “Múnich” de su juventud?«Crecí en la Isabellastraße de Schwabing y me gradué en el instituto Gisela-Gymnasium, en la plaza Elisabethplatz. En aquella época, Schwabing era el epicentro de la vida juvenil, literalmente venía gente de todo el mundo; hoy cuesta imaginar el ambiente que había. Los Beatles pasaron por allí, y también todas las grandes figuras del momento. Vivía cerca de la Münchner Freiheit, que era la zona de fiesta por excelencia».
Tuvo que costearse sus estudios con mucho esfuerzo. Cuéntenos un poco.«Mis padres no tenían medios para financiarme la carrera. Así que cada día, a las seis de la mañana, empezaba en la oficina de correos de la Dachauer Straße, repartiendo correo urgente con un VW Escarabajo hasta las nueve. Luego iba a la universidad. Fue una época dura, pero aquella experiencia me sirvió de mucho».
¿Cómo y cuándo entró el fútbol en su vida?«Mi padre era un fan entusiasta del Bayern desde el principio y siempre apoyó mi pasión por el fútbol. Después del colegio hacía los deberes y luego me iba a jugar al fútbol, ya fuera al Jardín Inglés, al parque Luitpold o a la piscina Ungererbad. Con 17 años jugué por primera vez en un equipo, en el DSC Múnich, en la Bezirksliga, con Jakob Drescher como entrenador, que además había sido jugador del Bayern».

¿Cuándo comenzó su pasión por el FC Bayern?
«Mi padre me llevó en nuestra primera temporada en la Bundesliga, en 1965, al derbi local contra el 1860 en el estadio Grünwalder, y me puso en la mano una bandera del Bayern, diciéndome: “Somos de los rojos, ¡porque los rojos son los buenos!”. Le estoy agradecido por eso hasta el día de hoy. Mis ídolos eran Franz Beckenbauer, Bulle Roth, Uli Hoeneß, y un poco más tarde se sumó Karl-Heinz Rummenigge. Nunca olvidaré cómo, con apenas diez años, admiré a Beckenbauer en el Mundial de Inglaterra. Nunca más he visto a un jugador jugar al fútbol con tanta elegancia y ligereza».
Se le considera un estratega dentro del club, pero usted mismo fue un futbolista entregado, entre otros en los legendarios “Montagskicker” de la Säbener Straße.
«Tengo que remontarme un poco: a finales de 2001, el entonces vicepresidente Fritz Scherer, a propuesta de Roland Berger, me pidió que como notario me encargara de la escisión del departamento profesional del FC Bayern respecto al club. El 14 de febrero de 2002, los socios aprobaron la escisión —una decisión crucial sin la cual probablemente no existiría la Allianz Arena y el club no habría vivido en los últimos 20 años una historia de éxito tan impresionante. Para mí fue un sueño: poder trabajar como notario para mi club favorito. A partir de ahí surgió una cercanía con Beckenbauer, Uli Hoeneß, Rummenigge y Karl Hopfner, y un día Rummenigge me preguntó si también sabía jugar al fútbol. Se imaginará que no es fácil responder a esa pregunta si te la hace alguien que fue dos veces Futbolista del Año en Europa. Pero desde entonces pude jugar cada lunes por la noche con mis ídolos de juventud. Siempre bromeo diciendo que probablemente necesitaban a alguien a quien poder hacerle un caño. Jugábamos cinco contra cinco en dos porterías pequeñas, y mi tarea principal solía ser proteger nuestra portería, lo cual describe bastante bien mi estilo de juego (sonríe)».
¿Y cómo es compartir cancha con estas estrellas mundiales?
«Siempre recordaré mi primer partido. Antes de empezar, me presenté educadamente a todos —el único que me ignoró fue Hans Pflügler. No habían pasado ni cinco minutos cuando ya estaba volando medio metro por los aires. Pflügler me ayudó a levantarme y me dijo con una sonrisa: “Y yo soy Hans”. En ese momento supe que este partidillo no era ninguna merienda, sino que iba en serio, y que importaba —y mucho— quién ganaba».
„El FC Bayern es mucho más que solo deporte. Detrás del club hay una gran tradición y una rica historia, con tantas personalidades únicas y una identidad institucional increíblemente fuerte, marcada por la ambición y la profesionalidad, pero sobre todo también por el ejemplo, el respeto, la apertura al mundo, la tolerancia y la diversidad.”
Profesor Dr. Dieter Mayer, vicepresidente
¿Tiene algún lugar favorito en el FC Bayern, uno que no tenga nada que ver con reuniones?
«Mi lugar favorito está, por supuesto, en el Allianz Arena. Nuestra presidencia, con Herbert Hainer, Walter Mennekes y yo mismo, nos sentamos justo en la fila delante de Uli Hoeneß y Karl-Heinz Rummenigge. Y le diré una cosa: ningún comentario de un narrador de televisión puede ofrecer ni remotamente un valor informativo y de entretenimiento comparable (sonríe)».
Como notario ha trabajado con reglas, párrafos y precisión. ¿Hasta qué punto le ayuda esa experiencia en su función como vicepresidente?
«Bueno, como vicepresidente también soy responsable de los asuntos legales del club, y como miembro del consejo de supervisión de la AG también tengo que resolver cuestiones jurídicas con frecuencia. A veces se bromea con un “ah, ustedes los juristas…”, pero todos tienen claro que para dirigir un club global de forma profesional es indispensable respetar un marco legal. Además, como responsable de las finanzas del club, de la GmbH de baloncesto y como presidente del comité de auditoría en el consejo de supervisión, mi formación jurídica y empresarial me resulta muy útil».
¿Qué le motiva personalmente a comprometerse con el club?
«Como ya he contado, amo al FC Bayern desde mi infancia. Poder servir a este club es para mí un asunto del corazón. Llevo ya once años en la presidencia, y en este tiempo el FC Bayern ha ganado casi 200.000 socios —una evolución única. Tenemos a los mejores socios y aficionados del mundo, y nuestra tarea es que siempre puedan sentirse orgullosos de su club. Para mí también es importante que el club y la AG, a pesar de su separación legal, actúen siempre como una sola unidad. Todos somos el FC Bayern. Sería un honor para mí que el consejo asesor me propusiera nuevamente como candidato para la presidencia, y me sentiría afortunado si los socios me vuelven a confiar su voto en la asamblea general de noviembre».
¿Qué es lo que define al FC Bayern?
«Por supuesto, sus éxitos y títulos. Pero el FC Bayern es mucho más que solo deporte. Detrás del club hay una gran tradición y una rica historia con muchas personalidades únicas y una identidad institucional increíblemente fuerte, marcada por la ambición y la profesionalidad, pero sobre todo por el ejemplo, el respeto, la apertura al mundo, la tolerancia y la diversidad. Nuestra tarea en la presidencia es vivir permanentemente esos valores y, al mismo tiempo, tener siempre presente que uno no es más que una pequeña parte de un gran todo».

¿El club ha ampliado sus espacios de diálogo, ha puesto en marcha su programa de voluntariado “PACK MA’S”, promueve la actividad física, y se compromete con la diversidad a través de “Rot gegen Rassismus”. ¿Eso es lo que define a un club hoy en día?
«Sí, porque el FC Bayern tiene la responsabilidad de estar a la altura de su enorme popularidad y gran alcance, también en lo social. Podemos lograr mucho —dentro y a través del diálogo. Con “PACK MA’S” queremos implicar a personas voluntarias para comprometernos aún más como club con la sociedad. El voluntariado en general es un pilar fundamental en Alemania: las horas que se dedican equivalen, en términos económicos, a una cifra de miles de millones de euros anuales. A través de nuestra iniciativa “Roja contra el Racismo” marcamos regularmente una posición clara en favor de la diversidad y contra cualquier tipo de discriminación. Con todos estos formatos queremos dar vida a nuestra filosofía: este club debe ser un hogar para todas las personas».
Por ejemplo, el pasado verano estuvo en Seúl con la selección de personas sin hogar de Corea del Sur, y ahora durante el Mundial de Clubes, participó en un programa que apoya a personas en situación de vulnerabilidad en Charlotte.
«Que el FC Bayern esté presente allí donde se puede ayudar a personas necesitadas es de una enorme importancia. Se trata de demostrar que en el FC Bayern toda persona es bienvenida, sin importar su origen. La responsabilidad social debe ser siempre parte del ADN de nuestro club».
¿Y sus amigos, cómo lo ven en lo personal: más como el planificador estructurado, el notario, o como el disfrutón espontáneo, el surfista?
«(sonríe) Creo que en mi círculo de amigos me ven más como el disfrutón espontáneo —el mundo ya es bastante complicado por sí solo».
¿Hay algo que se le dé bien y que nadie esperaría del profesor Dr. Mayer, como cocinar o hacer trucos de cartas?
«Bueno, la última vez que cociné con ambición fue durante lo que podríamos llamar la “fase de conquista” de mi esposa Christine —hace ya más de 46 años. Y creo que me casé con ella no por mis dotes culinarias, sino a pesar de ellas (sonríe). Le estoy profundamente agradecido a ella y a toda mi familia por su apoyo a lo largo de todos estos años. Con la música me pasa algo parecido que con la cocina. Normalmente empiezo a bailar cuando yo estoy listo… y no cuando lo marca el ritmo. Diría que soy un esquiador y jugador de ajedrez bastante decente. Por desgracia, debido a la intensa dedicación a mi profesión, muchas otras cosas se quedaron por el camino. Ahora, al menos, me doy tiempo para mejorar un poco mi italiano, para poder pedir una copa de vino en el lago de Garda».

¿Qué le hace reír – y con qué se ríe a carcajadas?
«Me hacen reír todos los chistes de mi estimado colega Walter Mennekes – ¡aunque ya haya escuchado algunos decenas de veces! Walter es una parte imprescindible del presidium, y gracias a él y a nuestro presidente Herbert Hainer, nuestras reuniones – a pesar de tratar a menudo temas serios – siempre se desarrollan en un ambiente distendido y alegre. Así se puede trabajar de manera colegiada y armoniosa».
¿Cuáles son los objetivos del presidium para los próximos tiempos?
«Queremos seguir intensificando el diálogo con nuestros socios y aficionados, porque ellos son el corazón de nuestro club. A través de nuestras tertulias, encuentros con peñas y otros formatos, podemos escuchar de forma directa sus deseos, sugerencias e incluso críticas. Creo que Herbert Hainer da un ejemplo magnífico en este sentido – es admirable con qué entrega promueve el intercambio con nuestra afición. Mi agradecimiento también va para el comprometido equipo liderado por nuestra dirección, con Benny Folkmann y Kiki Hasenpusch, que realiza un trabajo sobresaliente».
¿Qué desea personalmente para el futuro del FC Bayern – como vicepresidente y como aficionado?
«Deseo que el FC Bayern siga teniendo éxito deportivo y que, al mismo tiempo, conserve siempre su autonomía. Un club en el que el fútbol y sus aficionados estén siempre en el centro. Un club en el que el fútbol como producto nunca nuble la esencia del fútbol real. Un club que siga viviendo el “Mia san mia”, con confianza, orgullo, sentido de la responsabilidad, unión e identificación con su propia tradición. Si todo eso se mantiene, estaré feliz – tanto el vicepresidente como el aficionado Dieter Mayer».
La entrevista fue publicada en la edición actual de la revista oficial del FC Bayern, “51”.
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