
El denso tráfico en el oeste de la República Alemana ya causó problemas al Bayern antes del saque inicial. Dado que el autobús del conjunto muniqués avanzaba lentamente de camino al estadio, el partido a domicilio contra el Borussia Mönchengladbach del sábado por la tarde no pudo comenzar hasta un cuarto de hora más tarde. Pero incluso después del inicio del partido, el equipo de Vincent Kompany tuvo dificultades para abrirse paso durante mucho tiempo. Frente al colista de la clasificación, que se mostró muy defensivo, el Bayern generó mucho movimiento en el área, pero no tuvo vía libre durante gran parte del encuentro. La 13ª victoria de la temporada, con la que el Bayern igualó el récord del inicio de curso del AC Milan de 1992, fue bastante trabajada.
La paciencia tuvo su recompensa
«Sin duda, ha sido cuestión de paciencia», afirmó Joshua Kimmich, quien, tras un largo periodo de intentos infructuosos, liberó al Bayern con el gol que supuso el 0-1 en el minuto 64. Y como más tarde también marcaron los suplentes Raphaël Guerreiro (69’) y Lennart Karl (80'), el Bayern acabó imponiéndose con autoridad por 0-3 (0-0) y continuó con su buena racha: «Que ahora llevemos 13 victorias en partidos oficiales desde el inicio de la temporada no es casualidad. Es la recompensa al trabajo duro, al entrenamiento constante y a una estructura clara en el equipo», afirmó Kimmich: «Tenemos un equipo realmente bueno».

Una vez más, Vincent Kompany preparó bien al equipo antes de la cita. El técnico anunció que sus pupilos ignorarían la clasificación y abordarían el encuentro «como un partido importante». Sin embargo, no pudo evitar que el Gladbach jugara el encuentro como se esperaba del colista de la Bundesliga. «Hubo muchas emociones, especialmente en la primera parte. Jugamos contra un equipo del Gladbach que luchó por cada balón», reconoció el míster.
Sin goles al descanso a pesar de la superioridad y la ventaja numérica
Los locales defendieron encerrados atrás, dejaron el campo al líder y esperaron, en vano, el contraataque. Tras 45 minutos, el Bayern había registrado 8 disparos y un 81 % de posesión del balón, pero solo había ganado el 39 % de los duelos. Así, el FCB se quedó sin marcar antes del descanso por primera vez esta temporada. Por lo tanto, habría sido interesante ver cómo habría transcurrido la tarde si Luis Díaz hubiera aprovechado su oportunidad en el minuto 1 del partido. Tras una buena combinación con Nicolas Jackson, el colombiano se encontró de repente solo ante la portería del Gladbach, pero su remate se fue rozando el palo. «Por supuesto, después de un minuto ya deberíamos ir ganando 0-1», dijo Joshua Kimmich.
En cambio, el Borussia pudo seguir con su táctica defensiva, que se intensificó aún más cuando Jens Castrop fue expulsado con tarjeta roja en el minuto 19 tras una entrada demasiado dura contra el propio Luis Díaz «El Gladbach se recompuso tras la expulsión y cerró mucho los espacios», comentó Max Eberl. Sin embargo, según el director general deportivo, «estaba claro que las oportunidades llegarían». El partido siguió siendo de un solo gol, los muniqueses corrían y disparaban una y otra vez. Pero solo el decimonoveno intento rompió la defensa del Gladbach, cuando Kimmich marcó el 0-1 después de un rebote.
El nudo se había deshecho y el Bayern recuperó por fin su soltura. Primero, Michael Olise asistió al recién incorporado Guerreiro, que anotó el 0-2, y más tarde fue el turno del también suplente Lennart Karl. Solo tres días después de coronarse como el goleador alemán más joven de la Champions League contra el Club Brujas, el joven volvió a marcar un auténtico golazo para poner el 0-3 en el marcador. El FCB ha marcado al menos tres goles en su octavo partido consecutivo fuera de casa, algo que ningún equipo de la Bundesliga había conseguido con anterioridad. «Al final fue una victoria merecida. No fue nada fácil, pero mantuvimos la calma y seguimos haciendo nuestro juego», resumió Eberl con satisfacción: «La paciencia es una parte importante de nuestro juego y hoy la hemos demostrado».
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¿Y el Gladbach? Por poco reduce la diferencia a 1-2, pero Kevin Stöger falló un penalti en el minuto 75: el austriaco se estrelló con el palo. Fue el único disparo del Borussia en todo el partido (el Bayern llegó a tener 27), por lo que Jonas Urbig tuvo una tarde tranquila. El jugador de 22 años se colocó bajo palos para prepararparse de cara al partido de la Copa DFB del próximo miércoles (20:45 CET) contra el 1. FC Köln, en el que Manuel Neuer no estará disponible por sanción.
Preparados para la Copa
«El equipo me lo puso fácil, ya que casi no tuve nada que hacer», explicó Urbig, quien, sin embargo, se mostró satisfecho con su actuación. «Voy con muy buenas sensaciones al partido de Copa en Colonia. Hemos hecho un gran trabajo como equipo y eso es lo que nos llevamos». En la eliminatoria, al Bayern solo le vale ganar. Sería la decimocuarta desde el inicio de la temporada y un nuevo récord en Europa. «Tenemos ganas de ganar y, sin embargo, nos enfrentamos a todos los rivales con respeto, y eso es lo que haremos el miércoles», reveló Max Eberl, y advirtió: «Los partidos de Copa tienen un atractivo especial. Estamos deseando que llegue. No será menos difícil. Sé cuál es el ambiente que se respira en Colonia».
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