Había que estar preparado para cualquier cosa antes de este duelo de octavos de final de la Copa DFB entre el 1. FC Union Berlin y el FC Bayern München. El líder de la Bundesliga, aún invicto a nivel nacional, jugaba contra el undécimo clasificado, que había perdido recientemente en casa contra el colista, el Heidenheim. «El partido de hace un mes demostró que no hay que subestimar a nadie», recordó el director general deportivo del Bayern, Max Eberl, refiriéndose a la fortaleza del equipo berlinés en casa y a balón parado, el único equipo de la Bundesliga que ha conseguido arrebatarle un punto al FC Bayern esta temporada. Vincent Kompany nunca había ganado en dos intentos en el Alte Försterei.
Dos penaltis, dos goles en propia puerta: algo nunca visto
Y también esta vez se desarrolló un emocionante combate entre ambos clubes, que no se dieron tregua en absoluto: dos penaltis, dos goles en propia puerta y, al final, un ajustado 2-3 para el ganador récord de la copa, que pudieron ver los 22 012 espectadores bajo los focos de Köpenick. «Lo más importante es que seguimos adelante», resumió Konrad Laimer, el defensa del FCB. Y Joshua Kimmich comentó: «En los últimos cinco o seis años, cada vez nos quedábamos fuera de la Copa DFB antes del invierno. Por eso era muy importante que hoy lo hayamos conseguido».
Sin embargo, los 90 minutos de los octavos de final anteriores fueron realmente intensos. Al principio, parecía que el FC Bayern no se dejaría desconcertar por la agresiva presión de los anfitriones. Hace cuatro semanas, en la liga, los valientes jugadores del Union persiguieron a sus oponentes como perros guardianes por todo el campo. Esta vez, los visitantes estaban preparados, esquivaron la presión de los berlineses y tomaron el control del partido de copa.
Si en la liga el Bayern necesitó 30 minutos para realizar su primer disparo a puerta, esta vez Michael Olise puso a prueba al portero del Union, Rönnow, a los 30 segundos. El primer córner de los berlineses, que ya marcaron dos goles contra el Bayern a balón parado, fue despejado inmediatamente por los visitantes. Los muniqueses se mostraron tranquilos y seguros, perfectamente preparados para lo que les esperaba en Berlín en este partido eliminatorio.
Kimmich frena el entusiasmo
Justo tras doce minutos de ambiente boicot por parte de la afición, la grada del bosque se disponía a subir el volumen por primera vez, Joshua Kimmich volvió a frenar el entusiasmo: el primer córner del Bayern voló peligroso, con mucho efecto y fuerza, hacia la portería del Union, e Ilyas Ansah, desafortunadamente, lo desvió con el muslo hacia su propia portería: 0-1. Fue el primer gol en propia puerta en la Copa desde el 0-12 sobre el Bremer SV en la 2021/22, del que se benefició el Bayern, y además el gol en propia puerta más rápido desde el de Holger Dieckmann para el HSV contra el Bayern en 1966.
Cuando Harry Kane convirtió un córner de Kimmich, lanzado con la misma precisión, en su sexto gol de la temporada en la copa, poniendo el 0-2 en el marcador (minuto 24), el partido parecía ya decidido. Desde la temporada 2008/09, solo Xherdan Shaqiri (8) y Franck Ribéry (también 7) lograron siete participaciones de gol como el capitán inglés en la Copa DFB. En resumen: todo iba según lo previsto para el favorito, que además tenía algo más del 74 % de posesión del balón y había convertido en un abrir y cerrar de ojos la tan discutida vulnerabilidad a las jugadas a balón parado de las últimas semanas en su propia fortaleza: dos saques de esquina, dos goles.
Casi el gol número 26
El delantero del Bayern estuvo a punto de sumar su 26º gol de la temporada al 25º, lo que le habría situado un gol por delante de Kilian Mbappé en la clasificación de los máximos goleadores de las cinco grandes ligas. Sin embargo, su delicado remate de cabeza tras un pase de Olise para poner el 0-3 fue anulado por fuera de juego. El árbitro Martin Petersen acudió al monitor tras consultar el VAR y señaló el punto de penalti, pero no a favor del FC Bayern. Unos minutos antes, Jonathan Tah había tocado con el brazo un pase largo del Union.
El gol del 1-2 cambia el equilibrio de fuerzas
El gol que reducía ventaja, marcado de penalti, volvió a cambiar momentáneamente el equilibrio de fuerzas. El Union recuperó el ánimo entre los vítores de sus seguidores e intentó, con la enorme energía del momento, forzar el empate. Pero fue el FC Bayern quien volvió a celebrar, de nuevo tras un gol en propia puerta: Diogo Leite desvió un libre directi de Olise a su propia portería en el tiempo de descuento. Solo el Werder Bremen había marcado dos goles en propia puerta en la Copa DFB en 1975 contra el FC Augsburg. «Casi marcamos tres goles en propia puerta», se quejó el capitán del Union, Rani Khedira. Y Max Eberl, director deportivo del FC Bayern, se alegró: «Puede que hoy no hayamos jugado siempre con elegancia, pero hemos ganado. Eso es lo que cuenta».
Tres cabezazos y una novedad de Neuer
Y la cosa se puso aún más curiosa: Harry Kane, uno de los referentes en el juego aéreo de la defensa del FC Bayern en saques de banda, córners y libres directos junto con Jonathan Tah y Dayot Upamecano, no vio a Diogo Leite y golpeó al jugador berlinés en la cara con el brazo: otro penalti, otro gol (2-3, 55'). Dos penaltis y dos goles en propia puerta en un partido: algo que nunca había ocurrido en la Copa desde la fundación de la Bundesliga. Y Manuel Neuer también encajó dos goles de penalti por primera vez en sus 782 partidos oficiales con el Schalke y el Bayern.
Y, al igual que tras el primer gol, el equipo de Berlín volvió a presionar con fuerza para empatar. El último disparo del Bayern se produjo en el minuto 24. Con la bajada de las temperaturas, Berlín se metió cada vez más en la lucha por la copa y plantó cara al equipo de Múnich en un agotador intercambio de golpes en el centro del campo. «Sabíamos que hoy no iba a ser fácil aquí en Berlín. Muchos balones altos, muchos duelos, muchas jugadas a balón parado y saques de banda largos... Creo que hoy hemos vuelto a tenerlo todo», resumió Konrad Laimer, agotado. No había ningún jugador de ninguno de los dos equipos que no tuviera la camiseta manchada de hierba y tierra por la intensidad del partido.
«Estoy satisfecho con la primera parte. Creo que hicimos muchas cosas bien. Pero la segunda parte estuvo marcada por la lucha», comentó Vincent Kompany, entrenador del equipo visitante. El Union tuvo varias ocasiones de gol, pero no tuvo suerte o se topó con un Manuel Neuer muy inspirado. Sin embargo, el Union también tuvo suerte en defensa, ya que Luis Díaz, tras un pase de Gnabry, no sentenció el partido en un uno contra uno contra Rönnow (74'). «Hay que superar este tipo de partidos, ha sido una lucha muy dura. Este tipo de victorias te dan más confianza», dijo Harry Kane feliz.
Cuando por fin sonó el pitido final y los visitantes bailaron felices y aliviados frente a la grada de sus aficionados, Vincent Kompany, el entrenador jefe, había ganado los cinco primeros partidos fuera de casa en la Copa DFB de su mandato, algo que solo había logrado Niko Kovac con el Bayern en la temporada 2018/19. «Al final, lo que cuenta es seguir adelante y espero que podamos seguir avanzando muchas más, y entonces nadie hablará de cómo se consiguió la victoria», afirmó el entrenador del Bayern.
«Queremos volver a Berlín»
Por primera vez en tres años, el FC Bayern volvió a clasificarse para los cuartos de final de la copa tras ganar por 2-3 y puede seguir aspirando a su primer triunfo en la copa desde 2020. «Este año tenemos el objetivo en mente de volver aquí, a Berlín», reveló Joshua Kimmich. El próximo rival en el camino hacia el Estadio Olímpico de la capital se decidirá en el sorteo del domingo.
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