No sé sabe muy bien cómo pero Joshua Kimmich acabó colando el balón dentro de la portería en el 3-2 que nos dio la victoria sobre el Borussia Dortmund en la Supercopa alemana 2020. Su primer disparo lo detuvo Marwin Hitz, pero se las ingenió para convertir el rechace en el gol definitivo. Aunque quizá desde fuera no lo pareciera, "no quería fallarlo", bromeó el jugador tras el encuentro.
Espíritu de lucha
Falló el primer disparo, pero mantuvo la cabeza fría y transformó el rechace en gol.
Su gol es una metáfora de su aguerrida y comprometida actuación, en la que recorrió -como es habitual- grandes distancias. Lo cierto es que no todo le salió bien al Bayern. Aunque a la media hora de encuentro el FCB ya iba 2-0 arriba, en la segunda parte existió riesgo real de que el BVB cambiara las tornas y hubo que dar el do de pecho. Hacía falta alguien como Kimmich con voluntad de marcar la diferencia: Ningún otro jugador realizó tantos disparos como él. Con el quinto chut le dio la victoria en la Supercopa al Bayern.
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"Hemos luchado por la copa, a pesar de que no fue nuestro mejor partido", explicó el internacional alemán. Kimmich fue el segundo jugador del encuentro que más balones divididos disputó (25) tras su compañero Alphonso Davies (27); su decisivo gol llegó tras un robo de balón. Su entrenador Hansi Flick remarcó el impresionante espíritu de lucha del equipo y les mandó sus "felicitaciones". Partidos tan apretados como la Supercopa ante el BVB demuestran "la mentalidad del equipo, pero también la clase que tiene", elogió Flick a sus pupilos.
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