Entrevista con Oliver Kahn, director general del FC Bayern desde el pasado verano, en la que hace balance de la temporada, habla del regreso de aficionados a los estadios, sobre la extraordinaria generación de futbolistas del momento y mira al futuro.
Entrevista con Oliver Kahn
Herr Kahn, tanto en el fútbol como en muchos aspectos de la vida el 10 es un número especial. ¿Para usted también?
Kahn: "La verdad es que nunca había pensando especialmente en el 10 como cifra, pero este décimo título de Bundesliga consecutivo tiene algo... monumental. Creo que esa palabra lo define bien. Ser 10 veces seguidas campeón de liga, el primero en hacerlo en las cinco grandes ligas europeas, es algo que solo se consigue con una generación de futbolistas extraordinaria. Nuestros aficionados y nosotros mismos podemos estar orgullosos de estar viviendo esta era del FC Bayern. En mi época como jugador ser campeón tres temporadas seguidas era la máxima aspiración imaginable".
Como exjugador, ¿te impresiona mucho esta racha de diez ligas consecutivas?
"Tremendamente. En especial en una época en la que a menudo los estadios han tenido que permanecer vacíos a causa del coronavirus, a menudo me he preguntado a mí mismo: ¿Cómo lo habrías hecho tú como jugador? La necesaria presión viene en gran medida de la interacción entre jugadores y público. Cualquiera que lo viva durante un tiempo suficientemente prolongado tiene un carácter especial. Nuestros jugadores valorarán lo que han conseguido cuando terminen sus carreras. Mientras te mantienes en activo nunca tienes tiempo de dar un paso atrás para examinar el trabajo".
Como jugador fue campeón de liga en ocho ocasiones, ahora lo vive por primera vez como director general. ¿Qué se siente mejor? ¿Cuáles son las grandes diferencias?
"Es una sensación muy satisfactoria, similar a la que sentía antes. Uno trabaja para conseguir el título durante una temporada; tanto de jugador como de directivo siempre me he sentido responsable. A veces me da la sensación de que en algún lugar de nuestros estatutos, quizá en letra pequeña, aparece que el FC Bayern tiene que conseguir títulos todas las temporadas, así que uno siente cierto alivio cuando al terminar la campaña tiene algo que celebrar entre las manos. Pero esta bien, así siempre se mantiene el impulso de querer lograr éxitos".
Todas las temporadas en las que se gana un título tienen momentos especiales, ¿con cuál se queda de la 2021/22?
"Lo puedo decir con todo detalle. Me alegré enormemente cuando en el decisivo partido contra el Dortmund nuestra afición pudo vivir un Allianz Arena lleno. Hemos extrañado muchísimo en estos dos últimos años esa sensación de poder celebrar juntos un título, afición y club. Durante la pandemia siempre se ha estado barajando la posibilidad de que los aficionados volvieran a los estadios. Ya no hay duda: Quien viviera el 3-1 al Dortmund en el Allianz Arena pudo volver a sentir cómo debería de ser el fútbol: no hay nada mejor".
Una experiencia que, tras dos año de la inseguridad de la pandemia, no es poco relevante…
"Absolutamente. Ha sido bonito vivir de nuevo esa sensación de pertenencia que te ofrece la visita a un estadio: ese sentimiento de estar unidos en el éxito y en todas las emociones. Ese día estuve muy muy feliz, regresé a casa con esa bonita sensación. Para nada se ha hablado de "un día más en la oficina" del FC Bayern. Recibí muchos correos electrónicos de personas que estaban muy contentos y que no entienden como hay otras personas que tienen esa imagen de que en el Bayern no se disfrutan los títulos ligueros".
Su predecesor, Karl-Heinz Rummenigge, decía de los títulos ligueros que eran "la base de todo" y no lo decía de manera discriminatoria.
"Personalmente creo que, en referencia a este décimo alirón, por ejemplo, he de sentir agradecimiento y humildad viendo cómo se ha desarrollado este club en las últimas décadas. No es una obviedad ganar un título así todo los años. Hay mucho esfuerzo y pasión detrás, nadie ve esto en nuestro club como una normalidad, al contrario, vemos cada título como algo especial".
¿Cómo explica esta racha de diez ligas consecutivas?
"El FC Bayern viene dando el máximo en todas las situaciones durante la última década. Naturalmente nuestras opciones económicas también juegan un rol, pero como podrá ver cada año a nivel internacional, el dinero no compra los títulos. En el FC Bayern se ha desarrollado una cultura que se transmite de una generación de futbolistas a la siguiente. Eso nos hace muy fuertes. Cada club debe encontrar su camino, nosotros no abandonaremos el nuestro".
¿El "ADN Bayern" hace ver cada título como una obligación?
"Dejarse ir, relajarse... eso no existe en el FC Bayern. Aquí analizamos todo constantemente. Y de una manera que no he conocido en ningún otro lugar. Incluso cuando ganas o levantas un título, ya estamos pensando en el siguiente paso. Este club está en movimiento constante. La sensación de satisfacción nunca tiene tiempo de expandirse como para que derive en relajación. Esa búsqueda constante de las mejores soluciones es la receta del éxito del FC Bayern".
Felicitó a los jugadores en el vestuario tras la conquista del título. ¿Hay alguien por el que se alegró especialmente?
"Por Julian Nagelsmann. Recuerdo perfectamente cuando yo jugaba en el Karlsruher SC y soñaba con ganar un título. Tras llegar al FC Bayern, tuve que esperar dos años y aún recuerdo cuando Marcel Witeczek marcó el gol que certificaba el alirón faltando dos jornadas. Mi primera liga, una sensación increíble".
Nagelsmann es joven, es todo pasión: ¿qué le parece?
"Julian nos viene muy bien con su manera fresca y dinámica, nunca fui amigo de querer cambiar a las personas. Que a veces puedan malinterpretarse sus declaraciones, es parte de su forma de ser. Prefiero siempre a una persona así y no a alguien que nunca dice nada. Julian es ambicioso y piensa mucho. Sin su enorme talento no estaría aquí. Analizará esta temporada y seguirá haciendo lo que viene haciendo desde siempre: seguir desarrollándose paso a paso. Ha alcanzado un alto nivel con 34 años".
Cuando presentó el título a los trabajadores del club se despidió con la siguiente frase: "El año que viene, mejor: prometido".
(sonríe) "Eso demuestra lo rápido que ha interiorizado la cultura del FC Bayern. Y sé por las charlas que hemos mantenido, que en ningún momento ha puesto en duda el valor de este título liguero. Esa frase muestra su ambición, son este tipo de personas las que necesitamos".
¿Cómo valora su primera temporada al frente del primer equipo?
"Al hacer balance no debemos olvidar las bajas de larga duración que tuvimos durante la temporada, en un año muy marcado por el coronavirus. En la Bundesliga nos acercamos al óptimo. En copa, caer tan pronto nos dolió a todos, al igual que caer en cuartos de la Champions League contra el Villarreal. Pero estoy convencido de que nuestros jugadores y el cuerpo técnico han guardado este aprendizaje".
¿Cuánto tiempo se llevó con la eliminación ante el Villarreal en la cabeza?
"Lo sigo teniendo hoy. Cuando veo las semifinales de la Champions por la televisión en casa y pienso: "ahora podríamos estar jugando contra el Liverpool", me subo por la pared. Lo mismo me pasa al ver la final copera. Pero ese seguro que le pasa también a nuestros jugadores. Iremos trabajándolo. Y una cosa está clara, el año que viene lo darán todo para intentar sumar todos esos éxitos. Nuestro equipo este año de nuevo lo dio todo para no temer por la primera plaza de la Bundesliga. Todo aquello que nos golpea, al final hace al FC Bayern más fuerte".
Se suele decir que para liderar el FC Bayern no hay un libro de instrucciones. ¿Lo confirma??
"Puedo más que confirmarlo. Aunque tengo la impresión de que en el mundo público, cuando uno habla de "liderar" a un club de fútbol, de inmediato se piensa en que uno debe elevar la voz. Creo que se trata de liderazgo, saber cómo presentarte para fuera y cuando no. El liderazgo debe ser, sobre todo, de puertas para dentro. La gente del club debe saber cuáles son nuestras metas en el futuro y cómo queremos llevarlas a cabo".
¿Qué ha aprendido en su primer año como director general?
"Que a nivel público las figuras de las personas del FC Bayern tienen un gran significado y sobre todo una presencia constante. Porque eso genera identidad".
En las dos últimas temporadas, el fútbol quedó en un segundo plano por situaciones ajenas al deporte: la pandemia, la guerra en Ucrania. ¿En qué influyen estas situaciones en el trabajo de un director general?
"Los dos primero años han sido bastante intensos. ¿Pero cómo decía el técnico Otto Rehhagel ? "Quién firma un contrato con el FC Bayern debe saber lo que acaba de hacer", y no solo para los jugadores, también para los directores generales (sonríe)".
¿Cuáles son las metas de cara a al próxima temporada ahora que se ha conquistado la 10ª liga consecutiva?
"Esto es típico FC Bayern: ni un segundo de tranquilidad, ni siquiera en la entrevista (sonríe). Pero está bien así. Para eso estamos aquí. Nuestro objetivo está bien definido: queremos ofrecerles a nuestros aficionados un fútbol atractivo, emocionante y exitoso, logrando el máximo número de títulos posibles".
El FC Bayern siempre ha expresado que busca su propio camino para competir al máximo nivel internacional. ¿Es ese objetivo ahora más complicado que nunca?
"Es un gran desafío, pero siempre ha sido así. El FC Bayern ha tomado muy buenas decisiones en las últimas décadas sin dejar de ser competitivo a nivel nacional e internacional. Ahora llegan nuevos retos y desafíos. Con mi entrada en el consejo llegó la pandemia, sus consecuencias aún nos tendrán ocupados un tiempo. El fútbol siempre está en proceso de cambio, con nuevos inversores en los clubes, el nuevo formato de Champions League a partir de 2024 y las regulaciones de sostenibilidad económica o el desarrollo del juego limpio financiero. Nuestra tarea es compleja y todos los empleados del club debemos seguir tomando las decisiones correctas. Para ello debemos pensar en un nuevo y cambiante mundo del fútbol".
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