A los cinco minutos de partido, algunos de los 75.000 espectadores del Allianz Arena tuvieron que echar otro vistazo al calendario: ¿Seguía siendo miércoles por la noche? En la victoria por 5-0 contra el TSG Hoffenheim, los goles caían como fruta madura. Sólo había que ponerse debajo del árbol frutal con la cesta de mimbre, y en poco más de 90 minutos cayeron en ella cinco jugosos goles. Podría seguir así después del 0-1 en Mönchengladbach, donde hubo multitud de goles en el aire, pero al final no se marcó ninguno.
Estómagos hambrientos de goles
Los estómagos hambrientos de goles se llenaron hasta los topes el miércoles antes de que el VfL Wolfsburg llegara al estadio tres días después, y parecía que el FC Bayern también se iba a dar un capricho: Leroy Sané estrelló un balón en el larguero tras una magnífica jugada individual, y el guardameta Kamil Grabara evitó con la punta de los dedos un disparo de Harry Kane, cuando sólo quedaban cuatro minutos para el final.
Kingsley Coman, que fue titular junto a Konrad Laimer, Leon Goretzka y Minjae Kim con respecto al partido contra el Hoffenheim, cabeceó un saque de esquina al exterior de la red poco después, y tampoco pudo batir al brillante guardameta del Wolfsburg después de que Kane enviase al francés un pase en profundidad. A los siete minutos, el partido seguía sin goles.
Un extraño marcador intermedio
«Tuvimos muchas ocasiones de gol, pero por desgracia fallamos algunas. Pero lo primero que hay que hacer es generar situaciones en las que se creen ocasiones así, y sólo se puede dar la enhorabuena al equipo por ello», declaró el capitán Manuel Neuer. Leon Goretzka y Michael Olise marcaron con sendos disparos lejanos: los goles diez y once desde fuera del área, por lo que el FC Bayern ostenta ahora otro récord de la liga. Sin embargo, el hecho de que Mohammed Amoura (24) igualara el marcador 1-1 con el único disparo a puerta del Wolfsburg en la primera parte hizo que el marcador intermedio tuviera un aspecto bastante extraño: al descanso, el FC Bayern había acumulado más del 72% de posesión, con 20:4 acciones de balón en el área contraria contabilizadas por las estadísticas. Sin embargo, el remate de cabeza de Joshua Kimmich antes de la pausa no contó -el balón había rebotado en su cara, hombro y quizás en la parte superior del brazo-, por lo que el equipo se fue a los vestuarios con una ventaja muy ajustada a pesar de su abrumadora superioridad en el frío clima invernal. «Lo hicimos un poco más emocionante en defensa, más emocionante de lo que deberíamos», dijo Kimmich: «Es muy bueno que hayamos creado tantas ocasiones de gol, pero por supuesto tenemos que sentenciar el partido antes».
«Podríamos habernos ahorrado los nervios»
Eso tampoco ocurrió en la segunda parte, aunque hubo muchas ocasiones: El FC Bayern combinó, el FC Bayern jugó hacia delante, desarrolló presión sobre la portería del Wolfsburg... pero simplemente no consiguió marcar durante mucho tiempo. «Tuvimos varias ocasiones para sentenciar el partido en la segunda parte», declaró molesto Max Eberl, director general deportivo. «Si no lo haces, si estás un poco menos concentrado, de repente es un 3-2 y vuelves a estar nervioso. Nos lo podíamos haber ahorrado».
A otro gol de Goretzka, esta vez de cabeza (62'), siguieron otras ocasiones no aprovechadas antes de que Mohammed Amoura volviera a dar esperanzas al Wolfsburg con su tercer disparo a la portería del Bayern en el partido (3-2, 88'). «El Wolfsburg es el tercer mejor equipo fuera de casa y se está colando un poco en la liga», declaró Eberl, explicando su premonición antes del encuentro: «No juegan de forma increíblemente atractiva, pero defienden muy bien y siempre marcan goles casi de la nada». Y eso fue exactamente lo que ocurrió. «Creo que tuvimos buenas ocasiones. Lo mismo ocurrió contra el Gladbach, pero mantuvimos la portería a cero», declaró Manuel Neuer, recordando el partido de siete días antes. Y añadió: «Hoy ha vuelto a ser emocionante atrás».
Más tiros que nunca
Y eso que el FC Bayern disparó 25 veces en dirección a la portería contraria, diez de ellas a puerta. «Hoy he tenido algunas ocasiones, pero para mí también se trata de llegar a estas situaciones en primer lugar», dijo Harry Kane». «Mis felicitaciones a los chicos, hicieron un gran trabajo y generaron estas ocasiones para mí».
Por eso, al final de un partido muy dominante contra el Wolfsburg, con tres goles marcados, al equipo le siguió faltando sangre fría y suerte a la hora de marcar, sobre todo con vistas al encuentro del miércoles contra el Feyenoord de Rotterdam en la Champions League. Konrad Laimer coincidió: «Creo que estamos en una buena racha. Desde el principio, hemos trabajado con el entrenador y todo el equipo sobre cómo queremos jugar al fútbol, y se nota que cada vez lo interiorizamos más y lo hacemos cada vez mejor».
Preparación para Rotterdam
Kane también hizo hincapié en este dominio antes de desaparecer con sus compañeros en la noche y el comienzo de la preparación para el partido europeo en Rotterdam: «Dominamos los partidos que jugamos. Tenemos que seguir aprovechando esta dinámica. Tenemos que aprovechar mejor las ocasiones de gol y recompensarnos aún más por este esfuerzo y este trabajo». Para que los goles vuelvan a caer como fruta madura de los árboles contra el Feyenoord.
Leon Goretzka impresionó contra el Wolfsburg con una gran actuación y dos goles:
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