Gordon Herbert y el FC Bayern Basketball: ¡LUCES ENCENDIDAS!

Nuestro entrenador Gordon Herbert lleva más de 40 años en activo en el baloncesto europeo y condujo sensacionalmente a la selección alemana al título mundial de 2023. En una entrevista con la revista para socios del FC Bayern «51», este canadiense de 65 años habla de su filosofía, de la inspiración de jugadores como Nick Weiler-Babb, del piragüismo, de cortar leña, de los caballos de carreras y de los lobos... y de cómo pretende animar a la gente en el tema de la depresión. 

Entrevista con Gordon Herbert

Cuando firmaste tu contrato aquí, en Múnich, dijiste que realmente querías quedarte en Alemania. ¿Qué es lo que más te gusta de vivir aquí? 
Gordon Herbert: «Estamos en una liga en crecimiento. La infraestructura de los clubes en Alemania es realmente impresionante, trabajan con mucha profesionalidad. Lo que me gusta de Alemania es que todo se hace con tanta precisión y puntualidad, todo está siempre bien pensado. Como llevo mucho tiempo viviendo en Alemania, siento un gran respeto por su cultura. Cuando vienes a otro país, debes respetar la cultura y abrazarla. Aquí no es difícil. Cuando surgió la oportunidad de ser entrenador del FC Bayern, no tuve que pensármelo dos veces».  

¿Cómo describirías la cultura del FC Bayern? 
«Para mí significa grandeza, unidad y éxito. Cultura significa tres cosas: una visión clara: ¿dónde queremos ir? y unos valores que nos guíen. Y, por último, nuestra identidad: lo que vivimos en el club y cómo nos perciben. Cuando empecé a hacer coaching, me centraba mucho en la estrategia. Hoy, el desarrollo de una cultura es para mí el factor decisivo, sobre el que luego se construye la estrategia. Porque la estrategia sin cultura no conduce a nada sostenible. Una cultura fuerte, en cambio, sienta las bases del crecimiento a largo plazo». 

Llevas mucho tiempo viviendo en Alemania. ¿Qué te parece Múnich? 
«Me encanta estar aquí. En cierto modo, me recuerda al oeste de Canadá, mi hogar: la naturaleza, la vegetación, los parques de la ciudad. Para mí, Múnich es la mejor ciudad de Alemania y también una de las mejores de toda Europa. Vivo cerca del Jardín Inglés y del Parque Olímpico, es un sueño. Es una ciudad en la que enseguida te sientes como en casa. Lo único que no me gusta es el tráfico (sonríe)». 

Llevas más de 40 años en activo en el baloncesto europeo. ¿Cómo acabaste mudándote de Idaho a Finlandia cuando tenías 19 años? 
«Había terminado mis estudios en la Universidad de Idaho y quería seguir jugando al baloncesto. Mi objetivo era jugar en la selección canadiense y jugar profesionalmente en Europa. Al principio pensé que me quedaría en Finlandia uno o dos años y luego quería volver a Estados Unidos. Pero entonces conocí a mi mujer en Finlandia y me quedé. La vida tenía otros planes para mí. Hoy tenemos una casa en el oeste de Finlandia y una casa de verano junto al mar. Me gusta pasar tiempo allí: trabajar en el jardín, cortar leña, incluso navegar en kayak... es como una terapia para mí. Es muy tranquilo, en plena naturaleza, con ciervos y a veces lobos. Disfruto mucho de la vida allí».

El tiempo en la naturaleza, la responsabilidad con uno mismo, ¿es algo que también utilizas en tu trabajo como entrenador? 
«Absolutamente. Como entrenador, siempre das mucho de ti mismo, todo el tiempo, día tras día. Por eso siempre intento dedicarme tiempo por la mañana. Hoy he ido a nadar, si no, hago ejercicios de gimnasio o doy un paseo por el Parque Olímpico. Eso me da energía para el resto del día. Para mí, la confianza, el respeto y el compromiso son la base de un equipo. No se puede formar un bloque sin estos valores. Mi filosofía es: 'Solos, no podemos lograr nada grande. Juntos, unidos como un equipo, podemos'. El trabajo de un entrenador es convertir a los jugadores individuales, que a menudo están bajo presión externa, en un equipo». 

Hemos leído que en tus jugadores distingues entre «caballos de carreras» y «cerdos». ¿A qué se debe? 
«Es una metáfora que me gusta utilizar. Tenemos unas directrices claras antes incluso de hablar de objetivos individuales: Defender tu posición, coger los rebotes, convertir los ataques. Son aspectos básicos no negociables. Luego vienen las funciones específicas. Caballos de carreras como Franz Wagner y Dennis Schröder son tipos que hacen cosas espectaculares. Los 'cerdos' -los jugadores de rol-, en cambio, hacen el trabajo sucio, que es igual de importante. Pero los «caballos de carreras» también tienen que hacer el trabajo sucio, mientras que los «cerdos» no deben intentar ser «caballos de carreras». Se trata de crear roles claros en el equipo y aceptarlos».

¿A los jugadores les cuesta aceptar su papel en el equipo, sobre todo cuando tienen que aprender que no están destinados a brillar? 
«Bueno, esas son exactamente las conversaciones que tengo con los jugadores. Tengo conversaciones individuales con todos, en las que les explico qué papel desempeñan en el equipo y por qué es importante. A veces no les gusta, pero es mi trabajo convencerles. Un buen ejemplo es Isaac Bonga. Realmente quería ser un «caballo de carreras», pero en la selección aceptó su papel de trabajador. Se convirtió en quizás nuestro mejor jugador defensivo y fue enormemente importante para el equipo en el camino hacia el título de la Copa Mundial 2023. Los demás jugadores apreciaron mucho su compromiso y comprendieron lo que había sacrificado».

¿Quiénes son los «caballos de carreras» del FC Bayern?
«Hemos tenido algunas lesiones este año y hemos tenido que adaptarnos. Pero si tuviera que destacar a alguien, sería a Nick Weiler-Babb. Puede que no sea el clásico 'caballo de carreras', pero influye en el juego de muchas maneras. Atrapa rebotes defensivos, dirige el ataque, es capaz de anotar cuando hace falta... es un auténtico todoterreno. Para mí, es el mejor jugador polivalente de Alemania».

¿Cómo te sientes después de tus primeros cuatro meses aquí? ¿Va todo como esperabas, o incluso el equipo está superando tus expectativas, especialmente en la Euroliga? 
«Tenía una visión clara cuando llegué aquí y se la presenté al equipo. Mi objetivo es llegar a la Final Four de la Euroliga. Hemos tenido altibajos, algunas derrotas duras, especialmente en la BBL. Pero para mí no es tan importante ganar o perder, sino mejorar. Y el factor decisivo para mí es cómo afrontamos los reveses, si los aceptamos y aprendemos de ellos».

¿Cuáles son tus objetivos para 2025 con este equipo? 
«Por supuesto que aspiramos al campeonato alemán y a la Copa. Además, nos centramos en las eliminatorias de la Euroliga. La competición es increíblemente fuerte, cada partido es una dura batalla. Y tenemos que mejorar y mejorar nuestro registro especialmente fuera de casa el año que viene».

La trayectoria del equipo en el nuevo SAP Garden es sobresaliente, ya que ha permanecido invicto en sus ocho primeros partidos de Euroliga. Cómo afecta el nuevo pabellón al equipo? 
«Es un pabellón de baloncesto de última generación, un lugar fantástico. Tuvimos un gran comienzo allí, incluida una victoria en el partido inaugural contra el Real Madrid. El ambiente es increíble, los aficionados son como un sexto hombre en la cancha. Se nota que los jugadores rinden a otro nivel allí». 

¿Pueden Múnich y el FC Bayern convertirse en un centro neurálgico del baloncesto europeo, tal y como prevé su director general, Marko Pesic?
«Por supuesto. El club tiene una visión clara y eso atrae a gente que quiere construir algo. Por supuesto, hay retos para conseguir jugadores de primera fila, como los elevados impuestos en Alemania en comparación con otros países. Pero con un desarrollo a largo plazo y la promoción de tus propios jugadores, es posible. El FC Bayern es una de las mayores marcas del mundo. Con un equipo fuerte sobre la cancha, podemos seguir despertando interés a nivel nacional e internacional».

Toda Europa está alucinando con el SAP Garden, y nosotros estamos realizando esta entrevista deliberadamente en el BMW Park, en el único suelo LED del mundo. ¿Qué te parece esta innovación? 
«Esto es realmente impresionante. Nunca pensé que pisaría un suelo así. Es una gran atracción y encaja perfectamente con el SAP Garden y el FC Bayern. Ya hemos empezado a utilizarlo en los entrenamientos, por ejemplo para las líneas de juego. Pero aún estamos aprendiendo a utilizarlo de forma óptima. Sin duda es algo único y puede ser una gran ventaja para nuestro trabajo».

En tu opinión, ¿cuál es el mayor cambio que se está produciendo actualmente en el baloncesto? 
«Creo que en Alemania se ha producido un auténtico boom tras ganar el Mundial. Estamos en el buen camino, el título mundial ha dado sin duda un nuevo impulso a este deporte. El baloncesto es el segundo deporte más popular del mundo. El fútbol siempre será el número uno, pero el baloncesto tiene un potencial increíble porque siempre está pasando algo». 

En tu libro «Los chicos me devolvieron la vida», hablas de tu depresión en 2010 y de que necesitaste medicación. Cómo fue esa época para ti? 
«No quiero volver a pasar por una fase así. Estaba en Frankfurt y, afortunadamente, allí tenía una red de apoyo que me ayudó. Entonces ni siquiera podía planificar una sesión de entrenamiento, por no hablar de pensar con claridad u organizar las cosas. Había tocado fondo sin darme cuenta, porque seguí luchando hasta que ya no pude más. Afortunadamente, un colega me ayudó a buscar ayuda profesional. Fui a clínicas, me dieron medicación y pude recuperarme poco a poco. Fue una época dura, pero nunca me rendí. Nunca lo había hecho en mi vida, fueran cuales fueran los retos que se me presentaran». 

Es muy valiente hablar de ello tan abiertamente. ¿Te gustaría animar a otras personas a hablar de salud mental?
«Sí, sin duda. Mucha gente tiene miedo de hablar de ello o de buscar ayuda si la necesita. Yo tampoco estaba seguro de si debía hablar de ello al principio. Pero con el libro quería mostrar a los demás que se pueden superar estas situaciones si se busca ayuda. Espero que mi historia anime a otros a buscar apoyo cuando lo necesiten».

¿Prestas atención a la salud mental de tus jugadores hoy en día? ¿Cómo notas cuando alguien está estresado o duda de sí mismo? 
«La confianza en uno mismo es un factor crucial en esta profesión. A menudo, los jugadores tienen que enfrentarse a problemas personales o familiares. El FC Bayern y los clubes anteriores siempre han sabido apoyar a los jugadores en estas situaciones. Es importante aceptar ayuda profesional y hablar de ello. Mis propias experiencias me ayudan a comprender mejor los retos por los que pasan los jugadores. Mucha gente cree que los deportistas profesionales son indestructibles, pero no es cierto. La presión a la que están sometidos es enorme y necesitan un buen entorno para afrontarla». 

Eres de Canadá. ¿Cómo llegaste a ser jugador de baloncesto y no de hockey sobre hielo?
«Mi madre jugaba al baloncesto a nivel profesional, así que el baloncesto siempre fue un tema importante en nuestra familia. Pero es cierto, el hockey fue mi primer amor y siempre lo será. Incluso cuando entrenaba en Finlandia, me ponía a menudo los patines en invierno y jugaba en las pistas de hielo al aire libre. Sigo más la NHL que la NBA y a veces me levanto a las cuatro de la mañana para ver los partidos de mi equipo, los Vancouver Canucks. Por supuesto, también veo mucho baloncesto, pero ahora veo sobre todo la Euroliga porque la calidad de la liga es muy, muy alta».

¿Has asistido alguna vez a un partido de hockey sobre hielo aquí en Múnich, en el SAP Garden?
«Por desgracia, aún no. Nuestro calendario es tan apretado que suelo quedarme en casa los días libres. Pero espero ver pronto algunos partidos, y ya he conocido a Max Kaltenhauser, el entrenador del equipo de Múnich, en un acto conjunto. Cuando estuve en Berlín y Frankfurt, asistía regularmente a partidos de hockey sobre hielo. Estoy deseando vivir el ambiente aquí en Múnich». 

¿Y qué hay del fútbol? ¿Has estado alguna vez en el Allianz Arena? 
«Todavía no en un partido del FC Bayern, pero sí en el primer partido de la fase de grupos de la Eurocopa, cuando Alemania se enfrentó a Escocia. Fue una experiencia increíble. Todo el centro de la ciudad estaba lleno de escoceses, gente en falda escocesa por todas partes, un ambiente fantástico y cerveza a raudales. El verano aquí fue extraordinario: Múnich estaba a reventar. Además de la Eurocopa, hubo grandes conciertos, por ejemplo de Coldplay y Adele. Fue impresionante. Múnich es un buen argumento para convencer a jugadores internacionales de que vengan al FC Bayern. Y el baloncesto ya se siente aquí como en casa. Todavía queda mucho por venir en los próximos años».

Fotos: Dirk Bruniecki

Viernes, 3 de enero, 21:00 horas: 19ª jornada de la Euroliga, Real Madrid - FCBB: