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Una ilustración muestra a Franz Beckenbauer regateando.
Ilustración: Sergio Ingravalle

Serie Special Moves: Cómo el exterior del pie del Káiser marcó la diferencia

Las entradas monstruosas, los golpeos imparables, los regates incomparables. El FC Bayern tuvo y sigue teniendo muchos jugadores con habilidades especiales e inconfundibles. Nos regalan momentos inolvidables. Como los pases que Franz Beckenbauer, fallecido hace un año, daba con el exterior del pie.

Múnich, 14 de abril de 1976, partido de vuelta de la semifinal de la Copa de Europa. El Bayern de Franz Beckenbauer contra el Real Madrid con Paul Breitner y Günter Netzer. Beckenbauer es la estrella fija del equipo, que hace brillar a las otras grandes estrellas como Uli Hoeneß, Gerd Müller y Karl-Heinz Rummenigge. Constantemente envía el balón con el exterior del pie describiendo una trayectoria larga y curva, abriendo espacios para los rápidos delanteros. Beckenbauer es en el campo lo que el director en una película: «¡Acción!». - Todo escucha sus órdenes silenciosas y sigue su visión; marca el ritmo del partido con sus pases largos. Termina 2-0 a favor del Bayern tras dos goles de Müller. Franz Beckenbauer triunfa sobre el Real Madrid y, unas semanas más tarde, el FC Bayern gana la Copa de Europa por tercera vez consecutiva. ¿Cómo consiguió el Kaiser diseccionar el partido con tanta elegancia y una naturalidad casi provocadora?

Beckenbauer: Un paso más hacia el riesgo 

Una ilustración muestra a Franz Beckenbauer celebrando con la Copa de Europa.
Franz Beckenbauer condujo al FC Bayern a la conquista de tres Copas de Europa, y sus pases en largo marcaron a menudo la diferencia. | Ilustración: Sergio Ingravalle

El requisito básico para ejecutar esos balones de 50 metros de Beckenbauer con el exterior del pie es su velocidad, tanto en las piernas como en la cabeza. Se anticipa a las situaciones e intuitivamente se mueve en los espacios adecuados para resolverlas a su manera. Y lo hace de tal manera que nadie puede seguirle el ritmo. Esto le da libertad para efectuar sus ingeniosos pases. Incluso su profesor de primaria describe al pequeño Franz como un fenómeno sobrenatural: «Salía disparado por todo el gimnasio, pero podía parar en un santiamén, cambiar de dirección y nunca chocaba con nadie. Corría entre los niños como un rayo». Otro factor: la confianza del Káiser en sí mismo. Para un pase largo, hay que tener el valor de poner toda la carne en el asador. Puede romper a toda una defensa... o acabar en manos del adversario. Un riesgo que Beckenbauer nunca rehuyó. 

Un pase con un efecto especial: el momento es crucial 

Una ilustración muestra a Franz Beckenbauer regateando.
Franz Beckenbauer sabía cómo pillar con el pie cambiado a los defensas con pases largos y precisos y en el momento justo. | Ilustración: Sergio Ingravalle

Los grandes maestros del pase largo como Beckenbauer tienen otras aptitudes, además de la voluntad de asumir riesgos y la visión para construir la jugada: creatividad y capacidad técnica para pillar a los defensas con el pie cambiado. Si se observan los pases de Beckenbauer del partido contra el Real Madrid, sólo se entiende lo que está haciendo exactamente a cámara lenta: orienta la pierna con la que golpea hacia dentro mucho antes del contacto real, pone mucho sentimiento y la cantidad justa de potencia en el tobillo y golpea el balón con el exterior del pie hacia un lado y por abajo del eje. Un pase con un efecto especial. El balón toma impulso y vuela en una trayectoria extraña, casi curva. A los defensas les resulta casi imposible adivinar su destino.

El «Káiser» en la posición perfecta 

Una ilustración muestra a Franz Beckenbauer golpeando un balón largo.
Con un balón largo, Franz Beckenbauer era capaz de destrozar defensas enteras. Su posición de líbero está hecha para él. | Ilustración: Sergio Ingravalle

Sin duda, el papel de Beckenbauer sobre el terreno de juego también es decisivo en lo que respecta a los pases con el exterior. Quiso el destino que los entrenadores pioneros inventaran a mediados de los años 60 un nuevo tipo de futbolista hecho a la medida de Beckenbauer: el líbero. Un elemento transformador entre el mundo de la defensa y el del ataque, que crea situaciones de superioridad en cualquier parte del campo. El Káiser actúa como un «hombre libre», sin rival directo y con el juego por delante. Su genialidad puede desplegarse sin que nadie le persiga y le patee el trasero durante 90 minutos. Un gigantesco golpe de suerte para el FC Bayern, que vivió uno de los periodos más gloriosos de su historia bajo la dirección de Beckenbauer. Además de las tres Copas de Europa, logró cuatro campeonatos de liga y cuatro títulos de Copa, y no eran pocas las ocasiones en las que sus pases con el exterior marcaban la diferencia.    

El texto apareció en el número de enero de la revista para socios del FC Bayern «51»

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