Jan-Christian Dreesen no quiso destacar a nadie a última hora de la noche, tras el 0-2 (0-0) cosechado en el partido de vuelta disputado en el campo del Bayer Leverkusen; oportunidades no habrían faltado para hacerlo. Según el director general del FC Bayern, todo el equipo merecía un elogio especial después de esta eliminatoria de octavos de final: «Ha sido realmente un placer veros», dijo Dreesen, radiante: «Todos habéis jugado de forma increíble, habéis demostrado espíritu de equipo en el partido de ida, tal y como nos gusta y es increíblemente gratificante».
Después, dio un pequeño giro lleno de elogios para Harry Kane, que había marcado tres de sus diez goles en la Champions League esta temporada contra el Bayer 04, y para el portero más joven que ha jugado como titular en el FC Bayern en un partido de Champions desde Stefan Wessels (en marzo de 2000 contra el Dinamo de Kiev), a la edad de 21 años y 215 días: «Es increíble lo que Jonas Urbig ha hecho hoy por nuestro equipo», dijo Jan-Christian Dreesen.
De Euskirchen a la Champions League
Además, no se trataba de un partido cualquiera de Europa: era la vuelta de los octavos de final contra un equipo, continuó Dreesen, «que ha sido nuestro rival más duro en los últimos años». Un equipo que había destacado sobre todo por su magia ofensiva y su incesante fútbol ofensivo, convirtiéndose en campeón de liga alemana y campeón de Copa. Y se trata de un equipo de una ciudad que mantiene una rivalidad especial con sus vecinos, entre ellos el Köln. La ciudad a orillas del Rin está a sólo 35 kilómetros de Euskirchen, la ciudad natal de Jonas Urbig. El guardameta jugó en el Effzeh hasta enero y estaba en el banquillo del club de segunda división cuando el FC Bayern lo incorporó. «Será muy caliente, muy emocionante», conjeturó acertadamente Max Eberl, el director general deportivo, antes del partido de vuelta en el BayArena. Pero Urbig no dio muestras de nerviosismo, si es que lo hubo.
Palabras paternales de Kompany
El joven guardameta se mostró muy tranquilo y concentrado en el duelo. Sin duda le ayudó el hecho de que los defensas Dayot Upamecano, Minjae Kim y, de nuevo, toda la defensa bávara tuviera un día absolutamente redondo. Las palabras casi paternales de Vincent Kompany antes del partido animaron mucho a Urbig. El entrenador afirmó que no veía presión alguna en Urbig, sino sólo en sus experimentados compañeros: «Por algún sitio hay que empezar: Entrenadores jóvenes, jugadores jóvenes, portero joven. Hay que superarlo, eso forma parte de ello», declaró Kompany.
En el partido de ida, Jonas Urbig tuvo que sustituir repentinamente a Manuel Neuer en la portería bajo palos. El número uno del FC Bayern se había lesionado en el gemelo y Dreesen también subrayó que se echaba mucho de menos al número uno. «En lo que a mí respecta, estoy encantado de haber podido debutar en la Champions League», declaró Jonas Urbig. También dio las gracias a la afición del Bayern por «un clima tan positivo hacia mí». Pero, sobre todo, estaba muy concentrado. «Intenté controlar los 30 minutos». Y lo consiguió. «Jonas entró e hizo un buen trabajo», dijo Harry Kane. Eberl se mostró impresionado: «Jonas lleva tres o cuatro meses sin jugar un partido y llega así a un encuentro de Champions. Sabe perfectamente que todo el mundo le está observando ahora. Pero parecía que no le importaba en absoluto. Entra y dice, vale, ahora voy a quedarme aquí y jugar mi partido».
Con la punta de los dedos junto al palo
Contra el Bochum, el joven guardameta encajó tres goles en su primer partido como titular, ninguno de los cuales pudo detener. Un comienzo ingrato, que de hecho pudo alimentar el nerviosismo de cara al partido de vuelta en la Champions League. Pero no para Jonas Urbig: en la acalorada fase inicial, sacó el balón con los puños de la zona de peligro, despejó con la mano los saques de esquina y se superó a sí mismo cuando tuvo que esforzarse al máximo para desviar con la punta de los dedos un potente disparo raso de Frimpong (65'). Sólo dos minutos después, el joven guardameta volvió a ser el centro de atención, esta vez al atajar un cabezazo del internacional checo Patrik Schick. Poco antes del pitido final, realizó otra impresionante parada para detener un disparo lejano de Palacios.
En líneas generales, fue una actuación asombrosamente sólida e impecable del guardameta. «Ha demostrado aplomo. Realizó dos o tres grandes intervenciones. Un aplauso muy especial para Jonas Urbig», concluyó Jan-Christian Dreesen y sonrió. Igual que Jonas Urbig, orgulloso de su exitoso debut en Europa.
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