
Con motivo del que habría sido el 80.º cumpleaños de Franz Beckenbauer, se ha inaugurado frente al Allianz Arena un monumento conmemorativo en honor eterno al «Kaiser». Desde ahora, la leyenda única del FC Bayern comparte espacio en la explanada del estadio con la estatua de Gerd Müller, ícono eterno del ataque bávaro. La escultura fue descubierta en un acto solemne por Heidi Beckenbauer, junto a los históricos compañeros de viaje de Franz, Uli Hoeneß y Karl-Heinz Rummenigge, el presidente Herbert Hainer, el director general Jan-Christian Dreesen, la artista Matilde Romagnoli , así como representantes de la Fundación Kurt Landauer, que financió este proyecto de aficionados mediante donaciones. «Este monumento es una parte del ADN del FC Bayern, fundida en bronce», afirmó el presidente Hainer durante su discurso. «Representa a Beckenbauer y todo lo que él encarnaba: estilo, integridad, y el espíritu del Bayern. Múnich no gana solo un monumento, sino un reflejo de sí misma: orgullosa, segura, elegante y con los pies en la tierra».
Aquí puedes ver las imágenes del acto de inauguracon del monumento:
Durante una charla emotiva, Uli Hoeneß y Paul Breitner compartieron recuerdos sobre Franz Beckenbauer junto a Heidi Beckenbauer, quien asistió al acto acompañada por sus hijos Joel y Francesca. Fue un homenaje lleno de vivencias personales y anécdotas que retrataron la grandeza humana y futbolística del «Kaiser». Entre los 300 invitados al evento se encontraban numerosos compañeros de vida y personalidades del club: el director general deportivo Max Eberl, el director deportivo Christoph Freund, el vicepresidente Walter Mennekes, el miembro del consejo de administración Michael Diederich, la directora del fútbol femenino Bianca Rech, así como leyendas como Sepp Maier, Dieter “Mucki” Brenninger, Peter Kupferschmidt, Franz “Bulle” Roth, Rainer Zobel, Uschi Müller (esposa de Gerd Müller), Jupp Kapellmann, Klaus Augenthaler, Lothar Matthäus, Pierre Littbarski, Stefan Reuter, Raimond Aumann, Hermann Gerland, el expresidente Karl Hopfner, el exvicepresidente Bernd Rauch, el expresidente de la DFB Wolfgang Niersbach, la presidenta de la Comunidad Judía de Múnich y Baviera Superior Charlotte Knobloch, así como Heiner Jüngling, el socio número 1 del FC Bayern.
¿Qué habría dicho Franz si Heidi Beckenbauer le hubiera contado hace unos años que algún día se le dedicaría un monumento? Ante esta pregunta durante el acto, ella sonrió: «Todos lo conocéis: habría dicho “Deja de decir tonterías”». Pero añadió convencida: «Estoy segura de que se sentiría muy orgulloso de este momento». Uli Hoeneß lo recordó como «un modelo a seguir, un perfeccionista». «No soportaba perder y trabajó duro por todo lo que consiguió. Él fue quien dio origen al “Mia san mia”». Paul Breitner añadió: «Los verdaderamente grandes no necesitan demostrar que lo son. Franz nunca quiso ser el centro de atención. La verdadera grandeza es dejar que también brillen los demás». Heidi Beckenbauer recordó que él siempre decía, incluso en Nueva York: «Soy un chico de Giesing». Breitner concluyó con una frase llena de admiración: «Gracias a Franz, su camino en la vida se convirtió en una autopista. Sin él, nada habría sido igual, ni para mí ni para todos nosotros».

Al contemplar esta escultura, no se ve solo bronce, aseguró Herbert Hainer, quien vistió para la ocasión la camiseta conmemorativa del 80.º cumpleaños del «Kaiser»: «Vemos a un niño que montaba bolos en la taberna para poder comprarse un balón. A un hombre que hizo de Nueva York su hogar, pero que hablaba en dialecto muniqués como si nunca hubiera salido de Giesing. A una personalidad que fue campeona del mundo —dos veces— y que, sin embargo, siempre tendía la mano a la gente en la calle» Beckenbauer, añadió Hainer, «nunca buscó el foco, pero los focos lo encontraron. Quizá porque siempre irradiaba algo que hoy es cada vez más raro: una profunda y sincera humanidad hacia quien tenía al lado». Desde esta perspectiva, añadió el presidente, es «una maravillosa coincidencia que la fundación Kurt Landauer e.V. haya hecho posible este monumento. Es un regalo de los aficionados para los aficionados, en el espíritu de Franz, que así seguirá siendo siempre parte de todos los que sienten al FC Bayern —y parte de nosotros». Y concluyó: «Cuando, en el futuro, los niños se hagan aquí selfies, pensarán también en las generaciones anteriores, que dejaron algo duradero, algo que marcó una época».

En conversación con el presentador del estadio, Stephan Lehmann, la artista Matilde Romagnoli explicó su obra, mientras en las pantallas se proyectaban imágenes del reportaje publicado en la revista para socios del FC Bayern, 51, sobre el taller de fundición artística de Hasan Göktepe: «He aprendido la elegancia de Beckenbauer a través de vídeos y fotos: él estudiaba el juego, siempre sabía de antemano lo que iba a ocurrir en el campo; eso es lo que quise plasmar en el monumento». Por su parte, Christian Kröll, en nombre de la fundación Kurt Landauer e.V., expresó su «más sincero agradecimiento» a todas las personas que colaboraron con sus donaciones: «Nos sentimos orgullosos de haber podido hacer realidad algo así, una vez más, después de la estatua de Kurt Landauer y la escultura de Gerd Müller. Todos trabajamos de forma voluntaria, y una vez más ha merecido la pena». Heidi Beckenbauer concluyó con unas emotivas palabras: «Para mí, lo más bonito es que se ha creado aquí un lugar de encuentro donde los aficionados puedan reunirse y compartir. Eso le habría encantado a Franz».
Uli Hoeneß elogió en este contexto a los aficionados: «El FC Bayern puede sentirse orgulloso de personas como las que fundaron la Fundación Kurt Landauer. Detrás de todo esto hay un compromiso enorme, y como club estamos profundamente agradecidos por ello». Herbert Hainer recogió el testigo y destacó una vez más la implicación de la afición: «Siempre resulta admirable lo que nuestros seguidores hacen por el club». También recordó que Beckenbauer nunca olvidó sus raíces: «Provenía de un Múnich-Giesing en ruinas tras la guerra. Y ahora se yergue en bronce ante nuestra Allianz Arena, junto a su inolvidable compañero de ataque Gerd Müller». El presidente concluyó con una reflexión cargada de simbolismo: «La vida, el fútbol… son efímeros. Pero las leyendas permanecen: en medio de los aficionados del FC Bayern, entre la gente, entre todos nosotros».
So entstand die Franz Beckenbauer-Statue:
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